Dos empleados del hotel en el que se alojaron los holandeses dicen que los vieron el día 14

La quinta sesión del juicio del 'caso Visser' duró apenas una hora pero dio mucho de sí. Este miércoles estaban citados a declarar como testigos cuatro empleados del hotel Churra donde se alojó la pareja de holandeses y la ginecóloga de la clínica de fertilidad donde Ingrid se estaba haciendo un tratamiento para intentar quedarse embarazada.

A pesar de que la vista oral fue corta, arrojó sombras a algo fundamental y que contradice el relato de los cuatro acusados. Sus declaraciones sitúan las muertes el lunes 13 de mayo. Sin embargo, un recepcionista del hotel y una camarera de habitaciones mantuvieron lo que ya declararon en su momento en comisaría, que vieron a la pareja el martes 14 de mayo por la mañana. Estos testimonios rebaten la exposición de los hechos de los implicados.

Según el recepcionista, los recibió el lunes 13 a mediodía. En ese momento había mucha gente en el 'hall' porque había llegado un grupo numeroso, pero como los conocía por haberse alojado antes, les atendió y les dio la llave de la habitación. Los volví a ver salir el martes en torno a las 15.00 horas mientras hacía el 'check-in' de otro cliente, explicó. La fiscal Verónica Celdrán le recordó que en la declaración inicial, durante los días de la desaparición de los holandeses, dijo haberlos visto irse cuando se encontraba recibiendo a un grupo de clientes, por lo que volvió a cuestionarle si no habría sido el día 13 y no el martes 14 cuando los vio. Sin embargo el testigo se reafirmó en su testimonio de que los vio marcharse el día 14.

En ese mismo sentido fue el testimonio de una camarera de habitaciones del hotel, quien afirmó que los vio salir por la mañana, entre las 10:30 y 10:45, de la habitación 202 situada en la segunda planta y les saludó. "Me dieron los buenos días y tenían acento extranjero", ha recordado, a lo que añadió que "el lunes no pudo ser porque ese día me toca trabajar en la cafetería. Tuvo que ser el martes que es cuando limpio las habitaciones, indicó la testigo.

Por su parte, otro empleado hotel contó que amplió la reserva de la habitación de los holandeses de una noche a cuatro, ya que vimos que dentro de la habitación tenían la ropa y todas sus cosas. Es obligatorio que lo hagamos así por ley. Este punto lo confirmó la representante legal del establecimiento.

Finalmente, declaró la ginecóloga de Ingrid quien acudió por primera vez a la clínica de fertilidad en febrero de 2010 ya que Severein no podía tener hijos porque tiempo atrás se había sometido a una operación de vasectomía.

Según la especialista, tras un intento fallido en 2012, lo volvieron a intentar en 2013. Me llamó desde Holanda para decirme que tenía un positivo y quedamos en vernos el 14 de mayo para hacerle una revisión. Estaban muy ilusionados con ser padres por eso me resultó muy extraño que no acudieran a la cita, advirtió la testigo.