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Interior del Cemacam Torre Guil, en una fotografía de archivo.
El Cemacam lanza un SOS

El Cemacam lanza un SOS

La Fundación Caja Mediterráneo, Medio Ambiente y Ayuntamiento de Murcia intentan relanzar la actividad en el emblemático centro de educación ambiental

Miguel Ángel Ruiz

Jueves, 12 de mayo 2016, 12:12

El centro de educación ambiental más avanzado de Europa -así se anunció en su día- es hoy una pesada hipoteca bioclimática. El Cemacam Torreguil (Sangonera la Verde, Murcia), puesto en marcha hace quince años como el «buque insignia» de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo y que durante su primera década de vida acogió congresos y ciclos de conferencias de gran nivel, hoy apenas tiene actividad. La Fundación Caja Mediterráneo, que asumió la Obra Social de la CAM cuando ésta fue comprada por el Banco Sabadell, se propuso el reto de mantenerlo con vida y lo cierto es que lo ha conseguido, pero sus magníficas instalaciones -en su momento un alarde de construcción sostenible- son utilizadas ahora para actividades escolares y poco más. Una agenda de trabajo insuficiente pese a que la nómina de personal se reduce desde hace tiempo a una gestora y un conserje.

  • Dónde. Urbanización Torreguil, en la Sierra de Carrascoy (Sangonera la Verde, Murcia).

  • Superficie construida. 5.000 metros sobre una superficie de 4,2 hectáreas.

  • Coste. 900 millones de pesetas (presupuesto anunciado en 1998).

Sin una solución clara en el horizonte para el Cemacam -ahora denominado CEMA-, la Fundación Caja Mediterráneo ha recurrido a la Comunidad Autónoma y al Ayuntamiento de Murcia para relanzar el funcionamiento de su centro de estudios y divulgación del medio ambiente, proyectado en 1998 por el arquitecto Ignacio Blanco en las faldas de la Sierra de Carrascoy con un presupuesto de 900 millones de las antiguas pesetas. Fue inaugurado en junio de 2001 por Jaume Matas, en ese momento ministro de Medio Ambiente.

Un primer paso para conseguirlo es la reunión que mantuvieron ayer el vicepresidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Clemente García; el director territorial de la Obra Social, Antonio Rubira; la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Encarnación Molina Miñano; el director general de Desarrollo Rural y Forestal, Federico García Izquierdo; el director de la Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente (OISMA), Juan Madrigal de Torres; y el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro Corchón.

Financiación europea

Este primer encuentro se cerró con el compromiso de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de diseñar un programa de actividades «con el objetivo de que la población pueda participar en iniciativas de concienciación y formación relacionadas con el medio ambiente y el entorno». No es un convenio con presupuesto asignado, sino solo un acuerdo para organizar en Torre Guil tantos actos como sea posible para dotar al CEMA de un contenido acorde con sus características. Otro camino que se explorará es la socorrida financiación europea, en forma de programas LIFE +, en los cuales podría asociarse el CEMA con la Comunidad para proyectos de recuperación de suelos degradados, lucha contra el cambio climático, mejora de la calidad del aire y conservación de la biodiversidad, informa la Consejería en un comunicado.

Los intentos de que la Comunidad Autónoma se implique en la gestión del CEMA no son nuevos: cuando se desató la crisis económica y antes de que Caja Mediterráneo fuera intervenida, entre los años 2008 y 2009, el entonces presidente territorial de la entidad en Murcia, Ángel Martínez, sondeó a la Administración regional para que se hiciera cargo de las instalaciones, ante lo costoso de su mantenimiento.

El CEMA es un complejo diseñado con criterios de arquitectura bioclimática, integrado en el paisaje, que aprovecha el clima y las condiciones del entorno para conseguir un ahorro energético de hasta el 70%. El salón de actos, aulas polivalentes, pabellón de dormitorios, comedor, biblioteca y espacios al aire libre con capacidad para cuatrocientas personas se encuentran soterrados y se ordenan alrededor de un gran patio central con un estanque que actúa como regulador de la temperatura. Además, dispone de central solar fotovoltaica.

La Fundación Caja Mediterráneo cuenta con otros dos centros medioambientales en Alicante: Los Molinos (Crevillente) y Font Roja Natura (Alcoy).

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