LA VERDAD.
Miércoles, 27 de abril 2016, 01:39
El último accidente laboral 'in itinere' grave en la Región se produjo en febrero de 2011, en el kilómetro 32 de la carretera RM-714, que une la Venta del Olivo con Calasparra. En este siniestro también fallecieron cinco trabajadores, de entre 21 y 39 años de edad y vecinos de Fortuna y Calasparra, que se dejaron la vida sobre el asfalto cuando se dirigían al tajo. Otros tres compañeros resultaron heridos. El accidente ocurrió muy temprano, poco después de las seis y media de la mañana, un patrón que parece repetirse en este tipo de accidentes. Fue en ese fatídico instante cuando una furgoneta de la empresa Construcciones García de Calasparra, en la que viajaban cinco obreros de la construcción, colisionó contra un turismo Mercedes que circulaba en dirección contraria y en el que viajaban tres jóvenes vecinos de Fortuna, que acudían a trabajar a una planta fotovoltaica calasparreña. A la altura del kilómetro 32, poco después de superar un cambio de rasante y en uno de los puntos más negros de las carreteras de la Región, el turismo, según confirmaron en su día fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT), invadió el carril por el que circulaba la furgoneta y ocurrió el desastre. Un fuerte impacto frontal convertía ambos vehículos en un amasijo de hierros y dejaba los muertos sobre el asfalto. Tres de ellos viajaban en la furgoneta y dos en el turismo Mercedes.
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