La tensión en la Audiencia lleva a Morales a irse a Instrucción nº 4

Si el saludo navideño de Papá Pitufo fue la primera sorpresa de la vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial, la segunda -mayúscula- fue el anunció que realizó el magistrado Augusto Morales antes de concluir la vista: «Me traslado al Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia». En todo momento aseguró que se trata de «un traslado voluntario». Esta circunstancia puede provocar que se demore aún más la celebración de la vista oral ante un jurado popular, ya que el juez que en principio tendría que suceder a Augusto Morales es Fernando Fernández, aunque éste también se traslada al Registro Civil. De manera que se tendrá que volver a turnar el asunto a otro magistrado cuando se formalicen esos traslados a lo largo de noviembre. No obstante, Morales confirmó que, antes de marcharse, dejará resuelta la incidencia relativa a las irregularidades en las transcripciones, que afectan a las declaraciones realizadas por los acusados del asesinato de los dos holandeses.

El hecho de que dos magistrados de la Audiencia Provincial, como lo son Augusto Morales y Fernando Fernández, se 'degraden' voluntariamente y se marchen a dos órganos judiciales que en teoría están en un escalón más bajo, constituye una circunstancia inédita en la Administración de Justicia de la Región, al menos en las últimas décadas.

Fuentes judiciales achacaron la decisión de los dos magistrados a la situación de gran tensión que desde hace unos años se vive en el seno de la Audiencia Provincial, en la que han proliferado los enfrentamientos entre sus integrantes, incluso con cruces de denuncias formales. Así pasó meses atrás entre el propio Augusto Morales y Abdón Díaz, quienes se acusaron entre sí de irregularidades en la tramitación de un asunto y obligó al TSJ a cambiar de sala al primero de ellos.