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Jueves, 24 de septiembre 2015, 01:16
José Riquelme, fundador de Avite en Alcantarilla en 2004, no habló ayer como presidente, sino como un afectado más. «Estoy jodido, esto resulta denigrante», subrayó tras conocer el contenido del fallo del Tribunal Supremo que rechazaba el recurso de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España contrala farmacéutica Grünenthal. También aseguró «no entender» que ocho magistrados votasen en contra del recurso. «Esperábamos haber ganado, había un informe del fiscal que indicaba que los hechos no habían prescrito». Riquelme concluyó que se sentía «como el boxeador al que derriban. Ahora nos toca levantarnos». Y lo hará desde hoy, a las 12.30 horas, con una rueda de prensa en el hotel Agalia de Murcia para avanzar que no solo recurrirán al Tribunal Constitucional y al de Estrasburgo, también «vamos a empezar con la batalla política porque hay unas elecciones generales a la vuelta de la esquina y nos gustaría saber qué hará el próximo gobierno». Durante esta legislatura, Avite envió a todos los partidos con representación en el Congreso de los Diputados una propuesta de real decreto con pensiones y ayudas médicas para los afectados por la talidomida. «Pero ninguno nos ha contestado todavía», afirmó.
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