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Juan Pardo, con dos de sus agapornis premiados.
«Los agapornis criados a mano llegan a pensar que son una persona»

«Los agapornis criados a mano llegan a pensar que son una persona»

Juan Pardo Máiquez.Presidente de la Asociación Agapornis

MANUEL HERRERO

Lunes, 16 de marzo 2015, 00:38

Lleva desde 2010 criando agapornis, y actualmente tiene 15 parejas y 80 pájaros. Con ellos ha conseguido este año seis medallas a nivel regional y cuatro distinciones en el regional de Andalucía; también ha logrado un reconocimiento de plata y otro de bronce en el concurso internacional de la Asociación Española de Criadores de Agapornis (AECA). Juan Pardo Máiquez (Murcia, 1981) vive en Beniel, se licenció en Historia en la Universidad de Murcia (UMU) y es profesor de Secundaria. Además de presidir la Asociación Agapornis, Club España de Murcia, es vocal en la asociación nacional Anillos del Jaral (ADJ), especializada en la cría de ejemplares puros de estos loros.

-¿De dónde procede esta especie?

-De África, de la zona ecuatorial. Su hábitat natural es un clima con temperaturas cálidas y abundantes precipitaciones. A España llegaron con las primeras importaciones que hicieron los europeos. La moda empieza a aparecer en los años 60, y la generalización de criarlos para competir en España comienza a darse en los 90. Los primeros en comercializar estas aves fueron los belgas y alemanes.

-¿Qué caracteriza a esta ave?

-Es un ave de pico curvo; se clasifica dentro del género de los 'psitaciformes', es decir, es uno de los loros más pequeños que hay, y existen nueve especies, aunque una de ellas ya está extinguida.

-¿Cuál es el agapornis puro?

-Es el que se encuentra en su hábitat natural, en color verde; está libre de toda mutación. En la asociación ADJ nos dedicamos a la cría, fuera de su hábitat natural, de agapornis puros para evitar su desaparición.

-¿Cómo se consigue hacer dóciles a estos pájaros?

-Si los separamos del nido de la madre cuando tienen entre 20 y 30 días y les damos de comer a mano, lo que se denomina 'empapillar', así no te tienen miedo. Está actividad está muy de moda entre los niños y de esta manera pueden tenerse muy fácilmente entre las manos.

-¿Qué ocurre con los agapornis 'papilleros'?

-No tienen los caracteres adquiridos como si fuesen salvajes; terminan pensando que son una persona, tienen un solo dueño e incluso cogen celos a personas del entorno.

-¿Qué se precisa para ser un criador de agapornis?

-Estar informado de lo que tienes entre las manos, que te gusten los animales y poder darle una calidad de vida a estos pájaros.

-¿Necesitan muchos cuidados?

-Sí, bastantes. La higiene y la limpieza son esenciales. También la alimentación. Ellos comen sobre todo fruta, verdura, pienso especial y semillas. Comen brócoli, pimiento, calabaza; excepto el aguacate, el perejil y la cebolla, que para ellos son tóxicos.

-¿Qué se valora más en las competiciones?

-Que cumplan el estándar publicado por el comité ornitológico mundial y la BVA o la Asociación Belga de Agapornis. Se pide que cumplan unos requisitos en cuanto a tamaño, forma, color, uñas. Se contemplan siete apartados, para obtener medalla deben conseguir entre 88 y 95 puntos.

-¿Cuántos socios son y de dónde provienen?

-Somos treinta y seis socios, mayoritariamente de diferentes puntos de la Región de Murcia, y también de La Rioja, Valencia y Zamora.

-¿Cómo se da la crianza?

-Es un ave que podría estar criando todo el año. Solemos propiciarles que hagan dos o tres puestas: una en octubre, otra en febrero y, la última, en mayo. Cada puesta se prolonga unos tres meses para que salgan adelante los polluelos.

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