Fundown celebra su veinte aniversario con diez cortos y una muestra fotográfica

En el supermercado, tras la barra de una cafetería, en la oficina de una empresa, en un huerto de bonsáis... La exposición '20 años de superación' refleja la vida diaria de varias decenas de jóvenes afectados por síndrome de Down que ya han logrado la inserción en el mercado laboral. La muestra fue inaugurada ayer en la Cámara de Comercio de Murcia por el presidente del Gobierno regional, Alberto Garre, y la principal cabeza visible de Fundown, Diego González. Cerca de 200 personas, entre usuarios, familiares y docentes, se reunieron en el salón de actos del organismo empresarial.

El director de los documentales, Juan Manuel Soriano, explicó que «queríamos reflejar su día a día. Hemos huido de hacer un filme al uso; reflejamos los objetivos de la fundación y su trabajo con los usuarios». La exposición está compuesta por diez cortometrajes y más de 40 fotografías, tomadas del 'making off' de las películas. Muchas de ellas recuerdan aquellas imágenes de las viejas Polaroid. Otras, en grandes paneles, encierran el espíritu de superación de los chicos y de su familia.

González, que entregó una placa a Garre por el apoyo de la Comunidad a la asociación, hizo mención especial a Pedro Otón, impulsor y primer presidente de la fundación, «comprometido hasta su fallecimiento y hoy, sin duda alguna, ejemplo para quienes se incorporan al trabajo cotidiano en la misma». Fue en 1994 cuando muchos de los padres que hoy forman Fundown apostaron por una nueva forma de entender el futuro de sus hijos, a los que querían brindar una autonomía y una posibilidad de emancipación del núcleo familiar. Un objetivo plenamente alcanzado a fecha de hoy en las distintas áreas. Más de 150 usuarios ya han logrado un trabajo fijo, tras haberse formado adecuadamente y realizado sus prácticas en empresas.

Actores por un día

Los cortos y las fotografías de la muestra, que estará abierta en los bajos de la Cámara de Comercio hasta el próximo día 18, reflejan momentos de especial implicación de los actores, junto a sus propias reflexiones y las de sus formadores. Imágenes que, en muchas ocasiones, han sido grabadas por los propios jóvenes discapacitados con cámaras subjetivas.

Aficionados reporteros, directores, cámaras y protagonistas que recorren escenas de la vida cotidiana por las viviendas compartidas, donde narran la relación con sus compañeros de piso y el reparto de tareas domésticas, o cómo aprenden las labores de jardinería en las instalaciones taller que Fundown posee en Librilla. También muestran el trabajo de los cursos de formación a los que acuden y cómo es su rutina con sus familiares en la escuela de padres, con los compañeros de trabajo y con los educadores.