Serafín de Alba ofreció «una imagen distorsionada» de sí a los forenses

«Ha intentado ofrecer una imagen desvirtuada y devaluada de sí mismo». Ésa es una de las conclusiones a la que llegaron los médicos forenses que el pasado enero examinaron a Serafín de Alba, presunto encubridor del asesinato de una pareja de holandeses, a quien sometieron a una entrevista y un test de personalidad para conocer si es o no imputable.

El informe redactado por los dos especialistas del Instituto de Medicina Legal de Murcia, los doctores María Jesús García Arias e IgnacioManrique Arroyo, pone de relieve que Serafín de Alba habría tratado de ofrecer una imagen irreal de sí mismo, con el supuesto fin de confundir el juicio de estos forenses.

Durante la entrevista personal a la que fue sometido, que estuvo intercalada por episodios de llanto, el dueño del huerto de limoneros en el que fueron enterrados los cuerpos de Ingrid Visser y Lodewijk Severein dejó patente, a juicio de los doctores, que mantiene intactas sus facultades mentales. Así, los especialistas reseñan que «no se apreciaron alteraciones en el curso y contenido de su pensamiento, se expresó con un lenguaje correcto y atinado, no se apreciaron alteraciones en su memoria ni tampoco en la esfera sensoperceptiva». Sí dejaron constancia, sin embargo, de que «su estado de ánimo es depresivo».

También constataron que recordaba perfectamente todos los hechos que lo relacionan con el doble crimen y que los argumentaba.

Seguidamente, De Alba fue sometido al test de personalidad inventario clínico multiaxial de Millan (MCMI-II), que desveló que «el entrevistado ha intentado ofrecer una imagen desvirtuada y devaluada de sí mismo». Al margen de ello, los forenses concluyen que «tiene un perfil de personalidad esquizoide, con marcados rasgos depresivos y evitativos, que provocan dificultades clínicamente significativas en las relaciones interpersonales». Pese a ello reseñan que «ello no altera su capacidad de control y de comprensión».

La conclusión final de los dos especialistas es que respecto de Serafín de Alba «no existieron circunstancias que modificaran su capacidad para conocer la ilicitud de los actos ni la de actuar conforme a dicho conocimiento». En la misma línea indican que «no tiene alteración en sus facultades intelectivas y volitivas (...) que le impidan comprender la ilicitud de los hechos que se le imputan ni actuar conforme a ese conocimiento». En resumen, que es totalmente imputable en términos legales.

De Alba, que llegó a estar encarcelado unos meses, está acusado de encubrir a los presuntos autores del asesinato de los dos holandeses.