L. MESEGUER
Lunes, 23 de abril 2012, 23:32
Bancales llenos de basura enterrada ilegalmente que se está descomponiendo y generando filtraciones contaminantes a los acuíferos. Es el desolador panorama que se encuentran los vecinos de Abanilla y pedanías limítrofes de Orihuela al alzar la vista en dirección a la sierra. Una planta de tratamiento de residuos propiedad de Ángel Fenoll, implicado en el caso Brugal, es la responsable de esta situación. Un asunto que cada vez huele peor para los vecinos de la zona.
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Y es que la vista no engaña a los vecinos de La Murada, pedanía oriolana que limita con Abanilla, y que tiene a pocos kilómetros una planta de tratamiento de residuos propiedad de Ángel Fenoll, implicado en el caso Brugal. Y si la vista en algún caso pudiera fallar, el olfato da fe de la cantidad de residuos de toda índole que se encuentran, en fincas como ésta, hasta a 15 metros bajo tierra.
La mercantil Proambiente, propiedad de Fenoll, ha conseguido autorización para continuar su actividad en el vertedero durante siete años a cambio de abonar una multa de 300.000 euros y ceder a la Comunidad una finca de 39 hectáreas por la ampliación del vaso número 3 en una zona LIC de la Sierra de Abanilla. Después de las protestas de la semana pasada, los vecinos no dan la batalla por perdida y volverán a convocar nuevas concentraciones para mostrar su rechazo a la ampliación del vertedero.
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