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Golf

La fortaleza de Polaris

El quinto resort de la empresa murciana muestra a partir de diciembre este 'Signature' Jack Nicklaus ha diseñado personalmente el campo de Condado de Alhama

MARÍA JESÚS PEÑAS

Viernes, 27 de noviembre 2009, 13:56

'Al-hamma'. Con este nombre citaban los cronistas árabes a las tierras fértiles del valle del Guadalentín de las que, al abrigo de las sierras de Espuña, La Muela y ElCura, manaban aguas termales con propiedades curativas. 'Al hamma' significa baño termal. Nombre que tomó para sí el municipio de Alhama de Murcia y que 2000 años después de que los romanos lo pusieran de moda por su termas, Polaris World lo utiliza para dar nombre a uno de sus cinco resort en la Región y al que está avocado a ser el buque insignia de todos ellos: Condado de Alhama. Razones no le faltan.

Condado de Alhama reunirá lo mejor de lo mejor: dos Bears' Best de 18, réplicas de los más emblemáticos hoyos que Nicklaus Desing -los responsables del desarrollo golfístico de la empresa murciana- han proyectado en los 250 diseños que tienen en todo el mundo y, la joya del complejo: un tercer recorrido de 18 hoyos, par 72, con rúbrica 'dorada'. La firma personalísima de Jack Nicklaus (1940 - Ohio). El legendario jugador, el 'Golden Bear' del golf, ha cuidado desde un inicio todo lo relativo a éste, su 'Signature', donde todo en él es grande, haciendo honor a su padre y mentor.

A principios del próximo mes de diciembre, el Jack Nicklaus Signature empezará a estar operativo y el día 1 sus hoyos serán oficialmente inaugurado con la celebración de un torneo de apertura.

'Al-kasar', lo que traducido a cristiano sería el 'palacio fortificado' (o plaza fuerte) fue el nombre elegido para bautizar a un edificio que encarna el sentimiento de todo un proyecto. Es el que se encontrará el jugador de golf a su llegada. «Cuando nos planteamos el concepto y la línea argumental estética de todo el resort fue inevitable utilizar como referencia los elementos arquitectónicos de la cultura árabe: las geometrías puras, los grandes pórticos, la utilización del blanco y del rojizo del desierto...». Quien habla es el arquitecto responsable del edificio, Jesús López y, el director del departamento técnico de Arquitectura y Urbanismo de Polaris.

Al-Kasar

En sólo ocho meses levantó el que será el centro comercial y multiusos de Condado, en 8.500 metros cuadrados de líneas puras y sencillas y de texturas poca pulidas. Monumental el edificio y sus tres grandes pórticos que dan acceso a un patio interior en el que aguarda al visitante la visión refrescante de un gran estanque de 2.200 metros cuadrados de agua, proyectados como si se tratarán de una livianísima lámina sobre el suelo -y de tan sólo 40 cm. de profundidad-. De noche se intensifica el misterio de la construcción y del estanque con la luz que arrojan sobre la fachada 65 puntos de iluminación y la geometrizada ubicación de cada uno de los ejemplares de palmera plantados.

Desde Al Kasar -donde provisionalmente se aloja el pro shop-, partirá el jugador para enfrentarse a un recorrido nacido «para ser un campo de alta competición -anuncia FranciscoSardina, subdirector general de Polaris- que, consciente de la situación coyuntural continúa diciendo: No es el mejor momento..., pero va a ser un gran campo». De la misma opinión es Sylvain Duval, el director de Mantenimiento de Polaris: «Tenemos el mejor césped posible y contamos con el mejor diseño posible. ¿Qué si ha sido trabajoso? Claro, pero es que es un ¡Signature Course!».

Duval ha trabajado en esta ocasión muy de cerca con Nicklaus. «Me di cuenta de lo bueno que era en el diseño cuando se puso a hablar de las pendientes en los greens». Hace memoria y se recrea explicando cómo Nicklaus se preocupó y cuidó que los primeros metros de recorrido que una bola hace, tras salir de un búnker de green, tuvieran una pendiente muy concreta: sólo del 1 o 2%, ni más ni menos. Revisa y se fija hasta el más pequeño detalle, es lo que le hace grande». Kirk Cameroun, también lo sabe bien. Nicklaus no dudó en subir a este moldeador -uno de los mejores del mundo- a su avión privado para hacerle contemplar in situ cuál era la idea que quería para la concepción de su Signature. Asi que... qué mejor manera que llevarlo directamente a Canadá para que contemplara y captara en primera persona como los ríos reptan sinuosos entre las rocas y entre los cambios de terreno.Así es su campo; 18 hoyos que se mueven, también, sinuosos y serpenteantes entre pequeñas lomas, reflejos de aquellas que a lo lejos se divisan ensierra Espuña.

Los 6.884 metros desde el tee más lejano, los 5.741 desde azules y los 5.034 desde rojas son la tarjeta de visita de este campo que suma en sus 35 hectáreas de césped: paspalum, festuca y agrostis. En total, 48 hectáreas de golf con caminos, lagos y búnkeres. A lo largo del recorrido 12 tipos de plantas, todas ellas autóctonas, que han terminado sumando 140.000 ejemplares plantados y unos 1.000 pinos de carrasco. 300 metros de largo de driving range, 3 greens de prácticas y 2 zonas de búnkeres.

Los plazos en la construcción se han cumplido. Los primeros movimientos de tierra pertenecen a junio de 2007 y el drenaje y el riego a mayo de 2008. «Por cierto, para el diseñador de riego, también, ha sido uno de los trabajos más complicados en sus 30 años de experiencia», repara en contarnos Duval. Aprincipios de este año comenzó la plantación de los 10 primeros hoyos, a los que le siguieron los ocho restantes y el campo de prácticas. El calendario de trabajo previsto no ha parado incluso a pesar de las destructivas lluvias del septiembre pasado. Cortados y definidos los hoyos presentan su mejor aspecto. Paspalum en la calle «que nos dará uniformidad y color» y festuca para la zona de transición entre la calle y la zona nativa, «que habitualmente estará en tonos oscuros y que se dejará crecer sin que interrumpa el juego del golfista», sigue detallando Duval.

Polaris se surte de su propio césped. Cerca del Alhama cuenta con un vivero de unas 7 hectáreas de plantación de ambas cespitosas (tepes y esquejes) además de palmeras. «Por cada 1.000 metros cuadrados de césped se consiguen 10.000 para plantar. Es una apuesta de futuro, como lo son las palmeras».

Duval lo tiene claro: «El Signature va a ser un campo complicado», pero no se refiere al juego sino al mantenimiento. Las transiciones de las distintas cespitosas suponen trabajo añadido al habitual en un campo de golf, incluso lo ha sido a la hora de ubicar los aspersores de riego, más y de diferentes tamaños. Los tiempos de riego, de crecimiento y de corte (entre otras consideraciones) no son los mismos entre la festuca y el paspalum como no lo son entre el paspalum y el agrostis (green). Delicado el cuidado en esta última zona, donde el trabajo manual con una cuchilla específica o con reguladores de crecimiento serán las herramientas que se deberán utilizar para evitar que los estolones del paspalum invadan el agrostis del green. «Es una combinación novedosa -puntualiza Duval- de la que esperamos mucho, pero de la que no existen referencias al respecto porque hasta ahora nadie se había atrevido a afrontarla». Nicklaus y Polaris, si.

En juego

SylvainDuval aún no se ha decantado por cual es su o sus hoyos preferidos. «Quizás el 2, o tal vez el 3 -un bonito y cortito par 3 con pino centenario incluido-, ... el 6 o el 17», pero lo que sí sabe es que le gusta «el movimiento de los hoyos, las alturas, las plataformas bien definidas y la integración de la zona de juego con la zona nativa». Como complicado ve el hoyo 8. Quizás porque acumula a lo largo de sus 350 metros desde amarillas (297 desde rojas), 12 de los 115 búnkeres con los que cuenta el campo (contabilizando los de prácticas). «Me gusta el hoyo 8 porque se puede jugar arriesgando si eres bueno, a la derecha y entre los búnkeres, o sino, de manera más prudente apoyándote a la izquierda de la calle». Al final la cosa no se pone más fácil. Le espera al jugador un green con profundidad.

Antonio Solano, director de golf de los campos de Polaris tiene ya su propia selección: El hoyo 10 (un par 4): «Que tiene una bonita salida de driver o de madera; yo afrontaría el siguiente golpe con un hierro 7 jugando por la izquierda en dirección al búnker; El hoyo 16. El handicap 1 del campo y par 5 largiiiiiisimo. No queda más remedio que pegarle a la bola dura, largo. Los dos primeros golpes son la clave para salir airoso de este hoyo» y por último coincide conSylvain en «el hoyo 3. Es francamente bonito, una delicia visual».

Hasta diciembre, los trabajores del campo a un campo que pretende ser el mejor campo. ADN no le falta, es un todo un Nicklaus.

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