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Lunes, 29 de septiembre 2008, 03:06
El Águilas no fue rival para un Real Madrid Castilla que logró una cómoda victoria en su campo y se coloca como líder del grupo II de Segunda B. El cuadro murciano no demostró la imbatibilidad con la que llegaba al Alfredo Di Stéfano y encajó cuatro goles ante un rival muy superior que aprovechó sus ocasiones. Los hombres de Cabrera, superados por completo, maquillaron el resultado merced a un penalti que Navarro convirtió en el tramo final. El Castilla aprovechó el pinchazo del Cartagena para situarse en lo más alto de la tabla.
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El Águilas disputaba su primer encuentro oficial ante el filial madridista en su larga historia. Se presentaba en Madrid con nueve puntos, a tan sólo dos de su rival e igualmente invicto. Por su parte, el equipo merengue se estaba mostrando más fuerte fuera de casa que en el Alfredo Di Stéfano, en donde había cosechado dos empates mientras que a domicilio había logrado ya nada menos que tres victorias.
El partido comenzó muy mal para el equipo dirigido por Agustín Cabrera ya que, en el minuto 5, el húngaro Szalai se encontraba con un balón en la frontal del área y desde unos treinta metros batía a José Juan, que lo único que pudo hacer fue acompañar con la mirada su excepcional derechazo. Los murcianos no eran capaces de acercarse a la meta de Adán y ni siquiera conseguían completar más de tres pases consecutivos. Eso desesperaba a Cabrera que se desgañitaba en la banda.
En el minuto 24, Casanova remataba alto un centro por la banda de De la Cruz. Aun así, salvo en el gol, la defensa del Águilas se mostraba contundente sin dejar claras ocasiones a los de Lopetegui, que tenían más dominio que ocasiones de gol. Szalai pudo ampliar la ventaja pero su remate se perdió por encima de la meta de José Juan. Y en el 40, llegó la primera gran ocasión del Águilas, cuando Sergio lanzó un fuerte derechazo que Adán desvió con las yemas de los dedos.
Se desmelena el filial
La segunda parte comenzó con una piña de los jugadores del Águilas con su entrenador. Y, por lo menos, el dominio era rojillo, por lo que Lopetegui sacó a Marcos Tébar, jugador defensivo y retiró a un jugador más creativo como Vázquez. No tardó en llegar el segundo gol local, tras un pase del propio Tébar que recogió Bueno en la frontal y su lanzamiento dio en Javi Selvas, descolocando a José Juan. Este tanto sentó como un jarro de agua fría a los de Cabrera y, a partir de ahí, las oportunidades blancas se sucedieron y sólo la falta de puntería evitó que la diferencia en el marcador fuera más amplia.
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José Juan se empleaba a fondo, pero nada pudo hacer ante un potente lanzamiento desde el exterior del área de Tébar ni en un perfecto lanzamiento de falta de Velayos que entró por toda la escuadra. Bueno estuvo a punto de firmar el quinto en un lanzamiento que se fue al larguero en el 86 y Navarro transformó un penalti cometido sobre Casanova para salvar la honrilla murciana.
En resumen, una mala tarde del Águilas que en esta visita a Valdebebas no justificó la fama que traía de equipo correoso.
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