Paquillo gana y hace llorar a Ecuador

Llegaron alegres y salieron tristes. Los miles y miles de ecuatorianos que ayer por la mañana se dieron cita en la Gran Vía sólo tenían un objetivo: ver ganar a su compatriota Jefferson Pérez, que iba a disputar en la Challenge de Murcia -última prueba del circuito mundial de marcha- su postrera carrera de su dilatada vida deportiva dedicada a una especialidad tan difícil y complicada como es la marcha.

Jefferson Pérez, un ídolo de masas en Ecuador y, de largo, el deportista más internacional y laureado del país suramericano, fue recibido como el gran campeón que es y animado durante tres cuartas partes de la prueba con vítores y aplausos frenéticos por sus compatriotas. Pero en el último tramo de la carrera, Jefferson se desfondó ante el ataque despiadado del granadino Paquillo Fernández que fue dejando uno a uno a los cuatro hombres que, además de él, formaban el grupo de cabeza desde el principio de la prueba hasta quedarse solo y llegar a la meta a lo gran campeón, a más de un minuto del ecuatoriano, que incluso fue adelantado por el australiano Jared Tallent, que de esa forma se proclamaba campeón de la Challenge mundial gracias a esa segunda plaza.

Los vítores a los ecuatorianos dejaron paso a la gran ovación que recibió el español por su sensacional y estudiada carrera en la que volvió a ser el gran Paquillo de siempre, demostrando que su fracaso en los Juegos Olímpicos de Pekín fue tan sólo un accidente. «No estaba ni mucho menos al cien por cien, pero poco a poco me he ido encontrando a gusto. Y aunque este triunfo no palíe el fracaso de los Juegos, al menos es un consuelo». Tuvo palabras de elogio para Jefferson: «Ha sido un honor competir durante tantos años con él porque sin duda ha sido el más grande y nuestro duelos han sido enormes, aunque siempre englobados en una gran deportividad. Le deseo mucha suerte en su nueva etapa».

Molina, noveno

La representación murciana en la carrera grande estuvo encomendada a los tres mosqueteros ciezanos: Juan Manuel Molina, Benjamín Sánchez y Miguel Ángel López. De ellos sólo acabó Juanma Molina que fue noveno después de haber estado casi toda la carrera en la sexta posición inmediatamente detrás del grupo d e los cinco escapados.

Pero cuando en la segunda parte de la carrera quiso arriesgar y dar caza a los escapados recibió dos amonestaciones que le frenaron en seco en su intento. A partir de ahí perdió ritmo y vio como le iban superando el irlandés Heffernan, el australiano Adams y el ecuatoriano Saquipay para finalizar en una meritoria novena posición.

Benjamín y Miguel Ángel ya hacía tiempo que habían abandonado. El ciezano lo hizo el primero antes de llegar al ecuador de la prueba y poco después le siguió el de Llano de Brujas. Ambos ya habían manifestado que su estado de forma a estas alturas de la temporada -prácticamente finalizada- no era el más idóneo porque se habían volcado en los Juegos Olímpicos y ahora necesitaban descanso. Pero al tratarse de una prueba que se celebraba en Murcia quisieron estar presentes aunque sabían que contaban con escasas posibilidades de terminar.

Gran ambiente

La Gran Vía, ya digo, se llenó de ecuatorianos dispuestos a volcarse con su ídolo. Pero reinó una exquisita deportividad y cuando la victoria de Paquillo era ya inevitable no tuvieron reparo en aplaudir al granadino al mismo tiempo que seguían aclamando a su compatriota.

Fue una mañana deportiva muy completa. De largo, la Challenge de marcha ha sido la prueba atlética más importante que se ha celebrado en Murcia y el público -ecuatoriano y autóctono-supo responder a esa expectación. Así, desde primera hora de la mañana las categorías inferiores y luego las absolutas dieron a la Gran Vía un aire de fiesta deportiva que sería bueno que se repitiera más veces visto el éxito que ha tenido esta prueba.