Juanma Molina: «Llevo once meses soñando con una medalla»

Juanma Molina competirá en sus segundos Juegos, ya estuvo en Atenas 2004 y eso le da cierta ventaja: «Esta segunda participación la afronto con mucha ilusión. Quiero disfrutar a tope en todos los sentidos y deportivamente, tras cuatro años, me encuentro en una situación estupenda para superar el quinto puesto de Atenas. Grecia fue especial porque se trataban de los primeros Juegos y al terminarlos ya me estaba planteando un proyecto a cuatro años para poder repetir».

El marchador ciezano lleva un año tan intenso como bueno en lo que a resultados se refiere y por eso tiene buenas sensaciones: «Llegaré hasta donde me dejen. He puesto toda la carne en el asador y lo que espero es que el día 16, en Pekín, podamos disfrutarlo. Estoy haciendo un buen año, y me he puesto al nivel de los mejores. Aspiro a lo máximo».

La medalla va a estar muy cara, hay dos elegidos que parten como favoritos, pero no se rinde: «Está muy dura y complicada. Paquillo y Jefferson Pérez son los grandes candidatos ya que no se han bajado del podio en las últimas grandes citas. Luego hay un grupo de atletas que también podemos aspirar a todo. Hay rivales de sobra, pero me encuentro en un momento extraordinario de forma».

Es difícil hacerse una idea de la reacción que puede tener cualquier deportista al verse con la medalla cerca del cuello, pero Juanma Molina, si lo consigue en la prueba de 20 kilómetros marcha, sabe de quien se acordará: «Ese momento, si llega... Llevo once meses soñando con una medalla y automáticamente pienso en toda la gente que me ha ayudado a llegar hasta aquí, sobre todo en los momentos complicados de mi carrera. Me acordaría de mi entrenador y de la familia, amigos y aficionados. Sin ellos no habría llegado hasta aquí». La veteranía es un grado, pero lo que dará alas al murciano serán las ganas de subir al podio: «Lograr una medalla tiene dosis de obligación, obsesión y sobre todo ilusión. Es el momento que espero. Será complicado aguantar la presión y el agarrotamiento».

Vivir una época deportiva junto a un hombre tan mediático y completo como Paquillo tiene sus cosas buenas y otras que no lo son tanto: «La repercusión de todo lo que hace Paquillo es extraordinaria por sus grandes marcas y porque lleva seis años en el cajón de los medallistas. Sin embargo está el lado positivo, he podido aprender a competir, a entrenar, a convivir en la élite».