MURCIA / Hernández: «Ordené el derribo porque caían tejas»

El presidente de la Junta de Hacendados, Sigifredo Hernández, confirmó ayer a La Verdad que «yo autoricé la demolición porque el molino estaba casi en ruina, con el tejado caído y las tejas podían poner en peligro a quien pasara por debajo». Hernández añadió que «el molino dejó de funcionar hace 45 ó 50 años y, según nuestras ordenanzas y costumbres de la Huerta, cuando deja de funcionar es el responsable o molinero quien tiene la obligación de eliminar del cauce las turbinas y cualquier otro elemento del molino, pero no lo hicieron y la Junta ha tenido que soportar las baldomeras y los vecinos los consiguientes malos olores porque se utilizaba como basurero donde se tiraban hasta conejos y perros muertos». Indicó que «tanto la Junta como la Concejalía teníamos previsto iniciar las obras porque aquello estaba en mal estado, aunque existe un convenio tácito por el que la Junta no precisa permiso municipal para limpiar y entubar cauces».