Jorge Herrero
Lunes, 28 de agosto 2023
A pesar de que los intermitentes desempeñan un papel fundamental en la seguridad vial, las prisas y las distracciones pueden llevar a los conductores a pasar por alto su uso en momentos cruciales. Sin embargo, su empleo es esencial para prevenir accidentes tanto en carreteras como en áreas urbanas, ya que no solo protege al conductor, sino también al resto de usuarios en la vía. Pero existen determinadas situaciones que pueden costarnos una multa por hacer mal uso de estos elementos. Razón por la que existen usuarios que se preguntan cuándo no se deben activar los intermitentes.
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Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la principal función de los intermitentes es comunicar a los demás la dirección que tomará un vehículo en la vía y los conductores deben utilizar estos dispositivos para señalizar giros a la derecha o izquierda, cambios de carril, adelantamientos, salidas de rotondas y señalizar la intención de aparcar. No obstante, la DGT penaliza a quienes utilizan los intermitentes de manera incorrecta.
Según manifiesta la DGT, «la carretera es un espacio común donde todos debemos entendernos. Señaliza con los intermitentes antes de realizar cualquier maniobra para que los demás puedan anticiparse a ellas». Sin embargo, a menudo, los conductores olvidan activar sus intermitentes al cambiar de carril, pero los encienden en situaciones innecesarias. Una mala práctica que puede confundir a los demás conductores, quienes podrían realizar maniobras que pongan en peligro la circulación debido a la información errónea proporcionada por los intermitentes y que puede suponer una multa de hasta 200 euros.
La DGT hace hincapié en que, en caso de retenciones en la carretera o en un carril, muchos conductores activan las luces intermitentes de emergencia para comunicar el incidente. No obstante, esta no es la forma correcta de proceder. En lugar de ello, la organización recomienda utilizar los frenos para iluminar las luces traseras, alertando a los conductores que se encuentran detrás para que frenen. Revelando que esta acción es fundamental cuando solo se planea reducir la velocidad, sin cambiar de dirección.
En ese sentido, la normativa establece que en situaciones de congestión «el conductor debe advertir mediante señales visuales toda maniobra que implique un cambio de dirección o retroceso de su vehículo, así como su intención de detenerlo o disminuir la velocidad considerablemente».
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