Un participante pasa un boleto por el azulejo de la suerte de la administración de loterías El Gato Negro María. José López / EP

Qué rituales pueden atraer la suerte de la Lotería de Navidad

El sorteo del 22 de diciembre está cargado de mitos y supersticiones

María Ramírez

Martes, 19 de septiembre 2023

Parece que en la Lotería de Navidad no todo está en manos del azar. El sorteo más mágico del año está envuelto en rituales, supersticiones y premoniciones. Todo ello con el único fin de hacerse con el Gordo, el premio más cotizado, o en su defecto, con uno de las cuantiosas recompensas que atesora el 22 de diciembre. Ese día, podrás seguir en directo desde LA VERDAD la última hora del sorteo.

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Hay quien apuesta todas sus cartas por un único décimo, ya sea porque simboliza una fecha especial o por contener una combinación peculiar. Otros en cambio, son de los que hacen un acopio de boletos para contar con más posibilidades de acariciar la suerte. En cualquier caso, puedes localizar un número de la Lotería de Navidad en LA VERDAD para averiguar en qué lugar descansa.

En unas fechas marcadas por el desembolso del periodo festivo y la inminente cuesta de enero, lo habitual es adquirir una participación o compartir el décimo con otros participantes. Como se suele decir, lo importante es participar para conseguir un pellizco de esos 26.016.800 euros que reparten este año los niños de San Ildefonso.

Ritos más peculiares

Está claro que todas las bolas del bombo cuentan con la misma probabilidad de deslizarse por la trompeta. Pero la realidad es que tan solo un grupo afortunado alcanza la copa. Por ello, hay ciertos ritos que prometen aumentar ese mínimo porcentaje de éxito. Más allá de adquirir cinco cifras que hagan un guiño a un evento característico, como el 28222, que se agotó en la pasada edición por marcar el día en el que Vladímir Putin inició la guerra contra Ucrania, hay un conjunto de acciones que podrían ser clave para ganar la Lotería de Navidad.

Frotar el boleto en la barriga de una embarazada, pasarlo por la chepa de una persona jorobada o estregarlo por la cabeza de un calvo se encuentran entre los clásicos. Los animales también prometen multiplicar la suerte: friccionar el número justo después de comprarlo por el lomo de un gato negro o soñar con un toro la noche antes del juego.

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Hay costumbres tan simples como echarse al bolsillo una moneda de oro un mes antes del sorteo. Otros en cambio consideran que meter en el bolso una llave de hierro antigua está más cargado de buena energía. Lo mismo ocurro con quienes optan por encender una vela amarilla, mantener en las proximidades estampas de santos o espetarse un alfiler en la chaqueta la jornada en la que los niños de San Ildefonso salen a escena.

Los más supersticiosos señalan que hay administraciones que están envueltas en un aura especial. En esta lista se encuentran las más conocidas del país, como Doña Manolita, en Madrid; Manises, en Valencia y La Bruixa d'Or, en Valencia. La Región de Murcia también goza de unos puntos de venta que salen a la palestra en cada sorteo por su buena fortuna: El Perolo, en San Pedro del Pinatar o El Gato Negro, en el centro de Murcia.

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Para espantar las malas vibrar, hay talismanes a los que aferrarse para conseguir, al menos, una pedrea. Desde acudir con estaño cuando se va a comprar un décimo en ventanilla hasta colocar la figura de San Pancracio junto al boleto. La realidad es que cuando se trata de la Lotería de Navidad, cualquier acción o práctica que augure un final prometedor es bien recibida para llegar al 22 de diciembre armado de positivismo y, sobre todo, esperanza.

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