

Secciones
Servicios
Destacamos
Tranquilo y sin prisa para la conversación, no parece que sobre sus hombros pese desde hace cinco años el programa de conservación de una especie ... más ambicioso de la historia de la Unión Europea. El ambientólogo Javier Salcedo Ortiz (Sevilla, 53 años) coordina el proyecto Life LynxConnect, como se denomina actualmente a la estrategia de recuperación del lince ibérico, financiada generosamente desde 2002 con fondos comunitarios, y que puede presumir de resultados: en dos décadas se ha pasado de menos de cien ejemplares en la naturaleza a más de dos mil, con nuevas poblaciones fuera de sus dos reductos originarios de Andalucía –Doñana y Sierra Morena–, como el de las Tierras Altas de Lorca, y el bellísimo gato salvaje fuera del peligro de extinción, aunque aún en estado vulnerable. Este martes pasó por Murcia para intervenir en una jornada técnica sobre la aventura de salvar al 'tigre ibérico'.
–¿Qué se sabe de los linces liberados en las Tierras Altas de Lorca, por dónde andan?
–Sabemos dónde están en tiempo casi real, los collares con radiotransmisor GPS dan entre dos y cuatro localizaciones al día.
En este momento interviene el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez, presente en el inicio de la entrevista, que consulta una aplicación en su móvil: «Sin dar más información de la precisa, algunos han estado en los últimos días desde la Vega Media y el Noroeste hasta Tabernas y Gérgal, en Almería, aunque la mayoría siguen concentrados en la zona de suelta [las pedanías altas de Lorca]».
–Unos se aventuran muy lejos y otros son más sedentarios, ¿cómo se explica?
–Es una especie densodependiente. Es decir, los linces buscan otros linces. Los pioneros exploran nuevos territorios, pero los que vienen detrás detectan esa presencia y suelen quedarse. Por eso los que se liberaron este año se han movido menos que los de 2023. Y la tercera tanda que se reintroduzca, menos todavía.
–¿Cuándo podrá decirse que ya está asentada la población de linces de las Tierras Altas de Lorca?
–Cuando haya quince hembras adultas. El objetivo para 2025 es que tengamos cinco, así que podríamos hablar de unos diez años.
–¿Es un fracaso que se haya perdido casi la mitad de los linces liberados entre 2023 y 2024? [ocho de los dieciocho felinos han muerto por atropellos, disparos y otras causas no naturales].
–En la Región de Murcia se están dando las mismas circunstancias que hemos experimentado previamente en otros puntos de liberación. En el periodo de dispersión se mueven muchísimo. Por eso está previsto que la tasa de mortalidad descienda cuando esos ejemplares se conviertan en territoriales.
–¿Son exageradas entonces las críticas?
–Hace más ruido el árbol que cae que el que crece. Un atropello genera mucho ruido, pero esto es un proyecto a largo plazo. Los atropellos son sobre todo una cuestión demográfica: cuantos más linces, más atropellos vamos a tener. Hasta el momento, ninguna área de reintroducción ha fracasado por estos motivos.
–Aún se busca al cazador furtivo que mató a tiros a la hembra 'Ulea' en Lorca...
–Siempre hay algún desaprensivo, pero para mi tranquilidad, el colectivo cinegético ahora lo tiene claro y de hecho colabora con el proyecto.
–¿Hay peligro de relajación social o política con el lince fuera del peligro de extinción?
–No hemos llegado al final todavía, aunque se haya logrado un hito. Para que su estado sea favorable tenemos que alcanzar el número de 750 hembras en libertad en toda la península en 2040. Y además con una mejor diversidad genética, que ahora es muy pobre.
–¿Está previsto evaluar otros territorios de la Región de Murcia para la liberación de linces?
–No, Murcia es una comunidad pequeña y además ya se están produciendo intercambios y movimientos: de la población de Hellín hacia el norte de la Región y desde Lorca hacia Almería.
–Salvar al lince de la extinción ha costado hasta el momento unos cien millones de euros. ¿Qué piensa cuando escucha que proteger el lince es un lujo?
–¿Leer es un lujo, restaurar la fachada de la catedral de Murcia es un lujo? Proteger el lince es una necesidad, no un lujo. Los daños que sufre la naturaleza hay que repararlos, ya sabemos lo que ocurre cuando el planeta enferma, y aquí tenéis el ejemplo del Mar Menor, lo mucho que está costando. El lince genera muchos beneficios económicos para la hostelería, por ejemplo. En países como Costa Rica, Kenia y Tanzania la mayor parte del PIB depende en gran medida del turismo de naturaleza. Sin hablar de los servicios ecosistémicos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La chica a la que despidieron cuatro veces en el primer mes de contrato
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.