Mucho trabajo para Iribar en El Almarjal
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La eliminatoria quedó resuelta en el partido de ida jugado en San Mamés el 4 de junio de 1972. El Athletic había ganado al Cartagena 5-2 en los octavos de final de la Copa. En la vuelta, disputada en un abarrotado El Almarjal siete días después, también ganaron los bilbaínos (0-1), pero la historia del partido fue otra. El Cartagena, mentalizado por Felipe Mesones para dejar de lado los complejos de tener enfrente a un rival que había ganado veintiún títulos, jugó mejor, no tanto como para haberle dado la vuelta a la eliminatoria, pero sí para haber tenido el premio de un triunfo ante un rival de postín.
«El Athletic de Bilbao fue acogido en Cartagena como un dios homérico. Una actitud amistosa, cordialísima, incluso reverencial de la ciudad hacia el 'histórico' club y hacia sus internacionales, desde Iribar, número 1, a Rojo I, número 'll'. Hasta la meteorología se sintió bilbainista. A la 12 descargó sobre Cartagena una granizada impresionante», sí arranca la crónica de aquel partido, en el que el equipo blanquinegro saltó al campo con Roca, Arango, Colina. Román, Fiol, Pedrito, Mendoza, Pepín, Juanete, Ginesín y García, quienes se midieron a un 'once' formado por Iribar, Sáez, Echeberría, Guisasola, Astrain, Rojo II, Ortuondo, Carlos, Arieta, Uriarte y Rojo I.
El portero bilbaíno tuvo mucho trabajo aquel día, que resolvió bien; por su parte, Roca fue sorprendido por Uriarte en un saque de esquina en el minuto 55, que dio el inmerecido triunfo a los de Bilbao.
Antes de iniciarse el partido, la Gran Peña Cartagenerista entregó, al jugador Baby el trofeo a la Regularidad; a los juveniles del club, el trofeo Viriato, y a los infantiles el trofeo Lavall. El capitán del Cartagena obsequió al del Atlético de Bilbao con un banderín, en recuerdo de la primera visita del Athletic a El Almarjal.
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