Un robo de película en Yecla

No fueron mil millones de pesetas, como estimó en principio la Policía, pero sí 609 (3,6 millones de euros) –la cuantía finalmente denunciada–. A esa cantidad ascendió el botín que se llevó la banda de ladrones que perpetró en Yecla el que está considerado como el mayor golpe en una entidad financiera en la Región. Ocurrió en la Nochebuena de 1998. La sucursal del Banco Popular, ubicada frente a la basílica de la Purísima, vio cómo un grupos de experimentados delincuentes penetraron por la puerta con su propia llave, pasada la medianoche, desconectaron las alarmas y perforaron la pared de la cámara acorazada de hormigón ubicada en el sótano, donde se custodian las cajas de seguridad. Consiguieron abrir casi un centenar (90 de las 212 existentes) antes de huir del lugar por temor a ser descubiertos.

LA VERDAD informó ampliamente de lo ocurrido en su edición del 27 de diciembre, así como en los días posteriores, ante los nuevos detalles que se conocían fruto de los primeros pasos en la investigación y del impacto de la noticia. De hecho, se supo que los asaltantes celebraron su fechoría con una botella de champán que quedó en el suelo entre los escombros y las cajas tiradas, incluida la corona y las joyas de la Virgen del Castillo, que tampoco se llevaron.

Eso sí, en su afán de transportar todo el dinero posible se dejaron el compresor y la perforadora de cabeza de diamante utilizada. Y, precisamente, el número de serie de la batería de la máquina se convertiría en la pista clave que permitió tirar del hilo hasta descubrir a su comprador, y después identificar al resto de la banda, cuyo cabecilla era Ángel Suárez López, alias 'Cásper', fallecido el pasado mes de febrero a los 61 años.