«Toda Murcia trastornada»
Hemeroteca histórica ·
Hemeroteca de laverdad.es (1903-2020)La muerte de José María Párraga, el pintor que llevaba Luna por segundo apellido y a Vagh Gogh en la corbata, como escribió Gontzal Díez, dejó «a toda Murcia trastornada». Fueron palabras de García Martínez, que recordó al amigo ido en una carta publicada en este diario –cada palabra, en realidad, es una lágrima–, titulada 'Escapaos los tres del Cielo por unos días'. «Toda la mañana me ha estado llamando gente. Muñoz Barberán se me puso a llorar. No te lo vas a creer, pero toda Murcia está trastornada con tu marcha». «Escucha atentamente: estés donde estés, seguro que te encontrarás allí con quien tú ya sabes. De los amigos que se van muriendo, solo en ti puedo confiar para una misión semejante», le pedía García Martínez, encontrándose «un poco mal», con la garganta dolorida, «de aguantar tantas horas el nudo ese». Era un 12 de abril de 1997 y el cuerpo de Párraga era velado en la iglesia de San Juan de Dios de Murcia, hasta donde se acercó Valcárcel para colocar en el féretro la bandera de la Región. Nada más conocerse la muerte, la Comunidad Autónoma anunció que un centro artístico iba a llevar su nombre.
Párraga hizo que la Región se vistiera de luto. «Luto ocre, de tierra y madera grabada, su color emblemático», anotó Gontzal Díez, que lo definió como «un curioso vital». Su última corbata, según acreditaron los testigos, llevaba los espectaculares girasoles de Van Gogh. «Un diez como persona y un diez como artista», decía Ángel Meca, de la galería Detrás del Rollo, que se inauguró en enero de 1966 con la muestra 'Detrás de Párraga'. Su pintura plana con una concepción casi egipcia, alimentada de mil influencias, pintada sobre cualquier cosa, «hasta con betún de zapatas», es parte de la historia de Roxana. Y de la nuestra.
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