Javier Carrión / AGM

María Trinidad Herrero, la ciencia de las mariposas

Profiles ·

Sábado, 15 de marzo 2025, 07:51

A María Trinidad la puedes llamar de muchas formas. Incluso Mari Trini, pero el Trinidad a secas no le gusta. Y te lo hace saber. ... Y a ti se te olvida porque tienes memoria fotográfica y recuerdas a la gente por su nombre de Whatsapp o porque lo has leído del otro modo cientos de veces. Ella es así. Exacta, concreta, lógica, hipercoherente y muy trabajadora.

Publicidad

María Trinidad Herrero nació en Calahorra, en el seno de una familia intelectual que promovía que sus vástagos estudiasen. Pero lo suyo iba más allá. Era una niña de una curiosidad inagotable, tal como lo es ahora. A María Trinidad le brillan los ojos cuando te habla de recientes descubrimientos, de lo que el futuro aún puede depararnos. ¿Habrá algún día en el que el ser humano decida morir o seguir en este planeta? Es posible, los avances son tan impresionantes que todo puede ocurrir. Aprender es su oficio y –diría– que su vicio. María Trinidad te engancha a la aventura del conocimiento en cuanto asomas por su vida.

Hace poco me monté con ella en un coche a las cuatro de la mañana. ¿Rumbo? La Real Academia de Medicina, donde ocupa el sillón de Anatomía. Íbamos a un acto muy especial del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Vaya tres horas de lecciones magistrales.

De niña quería saber todos los misterios del cerebro humano. Así como Grace Hopper desarmó todos los relojes de su casa, esta calagurritana quería adentrarse en los intersticios de las neuronas, esas flores que ramifican en nuestras cabezas y nos permiten mover manos y pies, recordar el camino a casa. En definitiva, vivir. Las mariposas del alma, que decía Ramón y Cajal.

Publicidad

Herrero Ezquerro se licenció en 1985 en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra pero también se ha licenciado en Periodismo y en Publicidad y Relaciones Públicas. Lo tenemos claro ¿verdad? Ella quiere saberlo todo.

Los datos de su Wikipedia apabullan: entre 2000 y 2006 fue vicedecana en la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, también de la Universitat Jaume I. Fuera de nuestras fronteras es miembro honorífico de la Asociación Médica Argentina y académica correspondiente extranjera de la Academia Nacional de Medicina de México. Ha sido la primera presidenta mujer de la Real Academia de Medicina y Cirugía de la Región de Murcia. Fue fundadora de Lyceum de Ciencia, entre otros cargos y reconocimientos.

Publicidad

María Trinidad es feminista. Protege y apoya que las mujeres lleguen a puestos de poder. Ella es un claro ejemplo. Los puestos directivos tienen sus cargas. El trabajo sin descanso, el estar en continuo movimiento.

Viajar de madrugada y aparecer en la otra punta de España –o del mundo– en perfecto estado de revista, es algo habitual en ella. Duerme poco y su inquietud es tan brutal que ha coordinado unas jornadas a las que ha puesto el alucinante título de 'Cerebros cuánticos sintientes'. A moderna y avanzada no le gana nadie. María Trinidad no tiene límites.

Publicidad

A sus maestrías en Cambridge y Londres se une el que ha realizado en Medicina estética y envejecimiento. Y en esas está, como directora del Instituto de Investigación en el Envejecimiento de la Universidad de Murcia. Preocupada por algo que afecta y afectará a una gran mayoría de la población. Ofrece consejos inusuales. La dieta es importante, claro, evitar los tóxicos, por supuesto, el consabido ejercicio, pero mucho más fundamental es cultivar las relaciones humanas, procurar la compañía y el diálogo. Mantener conversaciones con los otros mantiene nuestras neuronas en movimiento, favorece la plasticidad del cerebro. Brotan, quizá, nuevas mariposas en nuestra cabeza y corazón.

La consabida vejez conlleva aspectos que no se le escapan y de los que se habla poco en voz alta como la escasez económica y soledad no deseada, asegura la académica.

La doctora es amiga de las viudas. Se reúne con ellas una vez por semana. No ve la tele. Confiesa que un día la arrancó de la pared de su casa y hasta hoy. María Trinidad es inconformista, es generosa en elogios, le gusta el Rioja y siempre se apunta a una buena charla entre mujeres.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€

Publicidad