El protagonista de este Profiles cuenta con importantes galardones, cifras de ventas millonarias y hasta títulos nobiliarios, incluido escudo de armas propio con el eslogan en castellano 'El tono es bueno'. Sin embargo, creo que su gran logro han sido sus 60 años de carrera ... musical. Llegar a los 76 con la cabeza en su sitio y su corazón en paz.
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Elton John es un genio de la música. 'Candle in the wind', primero dedicado a Marilyn y después a su amiga Diana de Gales, ha permanecido durante más de 30 años consecutivos en la lista Billboard. Además de sus canciones célebres, compuso la banda sonora de 'El Rey León' (un Oscar y un Globo de oro), 'Billy Elliot' y 'Aida' (un Tony). Tenía esa facilidad de reproducir en su piano lo que escuchaba de forma autodidacta y también algo muy positivo, el oído absoluto.
De su infancia sabemos mucho gracias a 'Rocketmen', su 'biopic'. Tenía unos padres horribles, sin duda, pero no peores que los de mucha gente de su generación. La abuela sí le apoyaba. La homosexualidad, latente primero y manifiesta después, también le marcó hondamente. No podemos imaginar qué implicaba ser gay en el extrarradio londinense para Reg Dwigth en los años 50. Llegó a tener novia, llegó incluso a casarse con la ingeniera de sonido Renate Blaudel en 1984. A Elton le costó asumir su sexualidad. Por mucha pluma que se pusiese en el escenario. Ese matrimonio bien podría figurar en su lista de excentricidades como la de tener 250.000 pares de gafas, sus 30 carísimos autos y actuar vestido de Pato Donald en Central Park.
De su vida sentimental tampoco conocemos mucho, salvo que está felizmente casado con David Furnish. Juntos más de 20 años. Tienen dos hijos y otro proyecto en común: la Fundación Elton John para el sida, que ha recaudado más de 400 millones de dólares.
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Elton comenzó muy joven con distintas bandas. Realizaba covers de grandes éxitos por encargo, era 'piano man' en un hotel y creó el grupo Bluesology. La cosa no terminaba de pitar. En 1967 una discográfica le unió a Bernie Taupin. Este le mandaba las letras y Elton encajaba las notas de forma mágica. Grabaron un disco espléndido: 'Empty Sky', que no funcionó en Reino Unido. El segundo, titulado como su nombre artístico, 'Elton John'. Igual de espléndido. Tampoco pitó. El dueño de la discográfica quería algo del retorno invertido y los mandó de bolos al Club Troubadour en Los Ángeles. Cuatro días después, todos los nombres importantes de la música norteamericana ya sabían quién era Elton John. Elton toca el piano de pie. Baila, salta ¡vuela! ¡Había despegado! La industria musical estaba segura de su éxito.
Luego vinieron las orgías, las drogas, los arrimados que invadían su mansión para ponerse de todo. El vacío. La ira de su tremenda poliadicción. La presión insoportable del éxito. Un físico que no encajaba en la imagen de perfecto 'rock star', su lucha contra el peso. La calvicie. Los tremendos desengaños amorosos. La soledad del éxito. Pobre Elton.
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El artista tuvo en su momento la osadía de mostrarse con sus trajes de satén rosa. También el pragmatismo para hacer lo que era preciso para el éxito sin parangón obtenido y la lucidez para hacer un alto en el camino. Ojo, Elton. Como no pares, te mueres. Hubo varios avisos médicos y un intento de suicidio. El gran músico también contó con la humildad precisa para pasar por Alcohólicos Anónimos. Lleva 30 años sobrio.
Elton es un privilegiado de talento innato que ha dado muestras de capear los abismos de las drogas y del sida con mucha solvencia. Afirma sentirse muy feliz porque la vida le dio una oportunidad y la aprovechó. Quedaron muchos buenos amigos por el camino. Por eso creó la fundación para acabar con el VIH, algo que considera «sería extremadamente simple si los países proporcionasen el PrEP de forma gratuita».
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Como buena reina, tiene una lengua viperina y es extremadamente divertido cuando toca meterse con Madonna o Celine Dion, a quien no le perdona que sea tan flacucha y la llama piruleta y derviche cantarín. Acaba de despedirse de los escenarios y parece ser que sí, que esta vez, es para siempre.
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