30 años de la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, el primer gran enlace real de la democracia

Se cumplen 30 años de la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, que fue el primer enlace real desde la reinstauración de la monarquía en España y supuso un hito para la Corona. El lugar elegido para la histórica celebración, que contó con 1.500 invitados entre los que se encontraban representantes de todas las casas reales europeas, fue la ciudad de Sevilla.

La ceremonia religiosa se celebró en la Catedral de la capital hispalense, templo al que la infanta accedió del brazo de su padre, el rey Juan Carlos, luciendo un espectacular diseño de Petro Valverde: un vestido de corte princesa con escote cuadrado, manga al codo y bordados de seda, acompañado de un velo de tul de cuatro metros.

Tras la ceremonia, los novios y sus invitados se trasladaron al Real Alcázar de Sevilla, donde se sirvió un menú a base de lubina del Cantábrico con trufas y almendras, perdiz roja española con salsa castellana, crema helada de café con almendras y salsa de caramelo y la tradicional tarta nupcial.

A pesar de la espectacularidad del enlace y la ilusión del momento, el matrimonio sufrió un desgaste progresivo con los años y, en 2007, la Casa Real anunció un «cese temporal de la convivencia» del matrimonio que terminó siendo permanente.

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