Kim Kardashion y Kanye West no se divorcian por el dinero

Algunas parejas se ven obligadas a divorciarse cuando el amor se acaba. Muchas hacen el esfuerzo de seguir adelante, como al principio intentaron Angelina Jolie y Brad Pitt, pero si la convivencia y el amor son imposibles, la separación termina siendo la mejor opción. Pero cuando se trata de parejas de celebridades, como la citada o como Kim Kardashian y Kanye West, las cifras que se barajan en los divorcios son escandalosas.

Jolie y Pitt se atrevieron a dar el paso a pesar de que sabrían que el suyo no sería un divorcio fácil, pero Kim Kardashian y Kanye West aguantan su matrimonio con cuerdas tensas entre los rumores de divorcio. Según ha revelada el portal Hollywood Life, la celebridad habría estado haciendo números en caso de una posible separación de su marido y las cuentas no le salen como a ella le gustaría. El matrimonio Kardashian-West cuenta con una fortuna de 300 millones de dólares, dinero que tendrían que repartir a partes iguales según el acuerdo matrimonial que firmaron cuando se casaron.

Obviamente, a Kim Kardashian no le parece bien repartir su fortuna con Kanye West. La mayor parte de esas ganancias se deben a ella, de hecho ,el rapero ha tenido problemas económicos porque los negocios que pone en marcha no terminan de arrancar. El pasado verano se rumoreó que estaba en bancarrota, pero West afirmó que tenía dinero hasta para tirarlo. Quizás se refería al de su mujer.

Sabiendo esto, la separación del matrimonio se presenta como muy hipotética, sin embargo, el mismo portal de información norteamericano, una fuente cercana al matrimonio afirma que la relación entre Kim Kardashian y Kanye West va de mal en peor. A la pareja le cuesta llegar a acuerdos y cuentan que al rapero nunca le ha gustado el carácter exhibicionista de su mujer, incluso la habría culpado del robo que sufrió en París, ya que a él no le gustaba que contara todo por las redes sociales.

Tras la crisis de Kanye West hace unos meses, fue Kim Kardashian quien empezó a desconfiar de su marido. A ella no le gusta la agitada vida que lleva y cree que podría ser un peligro para sus hijos. Lo cierto es que ambos son muy diferentes, pero son un ejemplo de pareja que sabe soportar sus diferencias.