C. García
Martes, 28 de febrero 2017, 17:59
Los perros, además de grandes amigos, son los mejores exploradores. Pandora es una perra de Sao Paulo que jugaba en el patio de su casa cuando encontró uno de esos tesoros de los que los canes no quieren desprenderse, por estúpidos que nos parezcan a los humanos.
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Se trataba de una dentadura auténtica. Como si tuviera conocimiento de cómo si usaba, Pandora se la encajó en su mandíbula y fue a saludar a su dueño: «Cuando levanté la cabeza casi me muero de la risa», reconoce Lucas, el propietario. No dudó en hacerle algunas fotos y subirlas a Facebook donde la perra se ha hecho famoso y ha arrancado muchas más sonrisas (aun más grande que la suya).
Según contó Lucas Alves al diario The Sun que, antes que él, una pareja de ancianos vivía en esa casa. Él sospecha que la dentadura podría ser de alguno de ellos.
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