'Jurassic Park' en el mundo real: Komodo contra Komodo

Los dragones de komodo son criaturas fascinantes de por sí. Ver de cerca a uno de estos saurios en la época actual debe ser un viaje en el tiempo hacia atrás a toda velocidad. El tamaño de este reptil oscila entre los dos y los tres metros (cola incluida) y pesa de media entre 70 y 90 kg. Aunque no tienen veneno persé , sus dientes están recubiertos de un tejido gingival que se daña de forma natural durante la masticación de sus presas, por lo que en su boca se crea un ecosistema bacteriano ideal para propiciar que sus mordiscos se infecten y la víctima, en el infrecuente caso de que logre escapar, acabe muriendo de todas formas.

A pesar de su tamaño es capaz de alcanzar una velocidad media de 20 km/h, más del máximo que permiten la gran mayoría de cintas de correr para hacer ejercicio. Usain Bolt probablemente no tenga el más mínimo problema en darle esquinazo, pero para el resto de nosotros podría suponer un grave apuro. Aunque no hay nada que temer porque en realidad no es frecuente que ataque a seres humanos. En los últimos 15 años sólo se han reportado dos ataques, que acabaron con la muerte de las personas atacadas, eso sí. No en vano el dragón de komodo ostenta la misma categoría que el ser humano en su cadena trófica; la de súperpredador.

Por ello no es de extrañar que este vídeo, grabado y difundido por el famoso fotógrafo australiano Chris Bay, ganador de varios premios a lo largo de su trayectoria, en el que se muestra a dos dragones de komodo machos luchando entre ellos (probablemente por motivos territoriales), se haya viralizado en las redes y no deje de sumar visitas. Es fascinante contemplar la batalla, lo más parecido a ver una lucha entre dinosaurios que podríamos contemplar actualmente sin recurrir a nuestra imaginación.

¿No os dan ganas de ir a Indonesia a verles de cerca?