Una niña se queda calva tras usar un acondicionador para niños

Algunas calvas en la cabeza es lo que Eliana Lawrence conserva incluso dos años después de usar por primera vez el producto 'Wen Cleansing Conditioner' para niños y que le recuerdan día a día el traumático momento en que llegó a perder el cabello completamente.

Ocurrió en 2014, Eliana tenía sólo 9 años y su abuela le recomendó a su madre, Miriam, que usara para domar el enredado pelo de la pequeña el acondicionador de la marca Wen, que en televisión patrocinaba la mismísima Brooke Shields y que se jactaba de usar sólo «ingredientes naturales, sin productos químicos agresivos para el cabello». Pensando que sería un buen producto, dadas las referencias, la pequeña empezó a usarlo y ya desde el primer momento su madre notó la pérdida estrepitosa de su cabello. «Cuando regresó del colegio, horas más tarde, inmediatamente me di cuenta de que tenía pelo suelto por toda su ropa y su cabeza estaba enmarañada. Nunca había visto su pelo en ese estado antes. En natación, Eliana dejó un rastro de pelo tras de si por toda la piscina» afirmaba la madre, consternada, a los medios.

A pesar de lo ocurrido, Miriam Lawrence utilizó una vez más el acondicionador para lavar la cabeza a su hija, pero se quedó horrorizada al descubrir que el pelo «se caía en pedazos en mis manos». Tan extrema fue la caída del cabello que la niña llegó a preguntar a su madre, preocupada, si tenía cáncer. Inmediatamente, esta llevó a Eliana al médico, que descartó cualquier problema grave. «Se quedó esencialmente calva. Era evidente lo que había causado la pérdida de cabello, pero era demasiado tarde. Perdió el pelo, incluso, de las cejas y las pestañas» declaraba la madre.

Desde aquella primera vez la niña fue recuperando parcialmente y muy poco a poco el cabello, pero, por su décimo cumpleaños Eliana llegó a pedir a su madre que le regalase una peluca ya que los demás niños se reían de ella en el colegio. Al final, harta de las burlas, la niña fue sacada del colegio y empezó a dar clases desde casa.

Tras esta situación, Miriam Lawrence comenzó a investigar, y en 2015 tuvo conocimiento de una demanda colectiva contra los fabricantes de Wen, firmada por más de 200 personas. Ahora, ella lidera el proyecto de ley 'Cuidado Personal y Seguridad de los Cosméticos' que pretende dar una mayor regulación a la industria. «Me di cuenta de que Eliana no estaba sola. Esa noche leí varias historias similares en Internet de los antiguos usuarios de este producto y deseo encontrar miles de otras más» afirmaba Miriam durante una charla la semana pasada en Washington.

Por otro lado, la FDA, organización a la que los usuarios acudieron para protestar por lo sucedido, emitió una alerta de seguridad sobre los productos y, por su parte, los responsables de Wen emitieron un comunicado en el que eximían a la marca de toda responsabilidad, asegurando que sus productos «son seguros para aplicar sobre el cabello y el cuero cabelludo. Millones de botellas se han vendido en los últimos 16 años, lo que creemos es testimonio de la calidad del producto» al tiempo que añadían que «No hay evidencia de que los productos Wen causen la pérdida del cabello, y los ingredientes y formulaciones cumplen todos los estándares de seguridad y calidad establecidos por la industria».

La conclusión es que el producto no ha sido retirado del mercado a fecha de hoy y los afectados aún arrastran las secuelas de lo sucedido. En el caso de Eliana, ella ahora tiene su cabeza cubierta de cabello en un 70% y ha podido regresar al colegio con tranquilidad, pero «no sabemos si volverá a crecer de nuevo más pelo o si va a haber una recuperación completa» explicaba Miriam Lawrence, quien sigue y seguirá luchando por esta causa.