Caroline Herschel, una bajita a la que le gustaba mirar las estrellas

Google celebra el 266º aniversario del nacimiento de Caroline Herschel. Una alemana de Hannover que vivió parte de su vida en Inglaterra mirando al cielo. Aunque la protagonista del doodle de hoy comenzó su carrera profesional como cantante soprano, pronto convirtió su pasión por la astronomía (contagiada por su hermano) en su profesión.

La niñez de Caroline Herschel no fue muy diferente a la de las niñas de la época, su madre quería criarla como una buena moza, que supiese hacer las tareas de la casa y cocinar. Lo que enturbió esos planes de su madre fue que Caroline Herschel padeció viruela y tifus cuando era niña, lo que le impidiriá crecer más, dejándole una altura de poco menos de metro y medio; además, de unas marcas en su cara.

Caroline Herschel se marchó a Inglaterra a los 20 años aproximadamente siguiendo a su hermano William Herschel. El hermano pidió a su madre llevar a su hermana hasta la isla británica y así ella estudiaría canto junto a él. Caroline Herschel era una magnífica soprano, con un defecto, sólo sabía seguir las directrices de William. Era muy dependiente de su hermano y eso se retrató en su vida personal y profesional.

Caroline Herschel y la astronomía

Cuando William comenzó a interesarse por la astronomía, Caroline Herschel lo hizo también. Él llegó a ser astrónomo real del rey Jorge III, dejó el canto apartado y entre los hallazgos de William Herschel figura el planeta Urano. Caroline Herschel se dedicaba a apuntar lo que su hermano le decía y planificar sus exploraciones del cielo, pero ella también comenzó a buscar por su cuenta en las noches estrelladas.

Caroline Herschel fue la primera astrónoma profesional y la primera a la que se le otorgó un premio por sus aportaciones. Descubrió ocho cometas, que no asteroides. Los cometas pasan por el cielo cada cierto tiempo, están hechos de hielo y gas y dejan un largo rastro a su paso; los asteroides están hechos de roca y metal.

Si miras al cielo, todavía queda rastro de Caroline Herschel en el manto de estrellas. Su nombre lo llevan seis de ocho cometas que descubrió y un asteroide llamado Lucretia, su segundo nombre; además, gracias a su aportación a la astronomía, su nombre también lo lleva un cráter de la luna.

Después de morir su hermano, Caroline Herschel volvió a Hannover y se dedicó a hacer catálogos de sus descubrimientos. Gracias a ello, hoy vemos el trabajo de Caroline Herschel en el cielo, pero sus libros nos lo explican. Como otros muchos genios de la historia, su fama llegó tras su muerte, a los 97 años. Esa bajita a la que le encantaba mirar al cielo está desde hace casi 200 años con ellas; en su epitafio se puede leer: "Los ojos de ella, en la gloria, están vueltos hacia los cielos estrellados", frase que ella misma pidió que se pusiera allí.