Denuncian grietas en la estación de Calatrava que costó casi 4.000 millones de euros

La gran paloma blanca que emula el edificio que acoge una estación de tránsito en pleno centro de Nueva York, el mismo sitio donde hace 12 años cayeron las Torres Gemelas, fue inaugurada ayer. La faraónica obra diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava prometía ser todo un espectáculo visual, pero se ha visto enturbiado por unas grietas que podrían haber aparecido en su pintura.

Un sólo día inaugurada y la polémica ya está en las redes sociales. A la paloma blanca de Calatrava se le caen las plumas de sus alas. Las imágenes de pequeñas grietas en la pintura han sido compartidas en Twitter por supuestos visitantes y han alarmado a todos los ciudadanos y usuarios de esta red social.

Desde el equipo de comunicación de Santiago de Calatrava, advierten que la zona donde ha sido tomada la polémica imagen con las supuestas grietas no forma parte de la zona inaugurada y que su equipo todavía trabaja en esa estructura.

A esta denuncia efectuada por supuestos visitantes de la estación ya le precedía el retraso de la obra. La obra de Calatrava llega siete años después de la fecha estimada en un principio. Siete años de más ha tenido que esperar el bajo Manhattan para ver terminado el edificio que promete ser un icono de la ciudad de Nueva York.

Esta estación de Grand Central de Nueva York facilita las comunicaciones de esta zona de la ciudad, la más comercial y transitada. El Oculus, que así se llama esta gran paloma construída por Calatrava, costó 3.900 millones de euros y los estadounidenses se han llevado un gran chasco al ver aparecer tan pronto esas pequeñas grietas en su pintura.