la verdad
Miércoles, 17 de febrero 2016, 12:15
Ocurrió hace dos semanas cuando la policía de Polk, una localidad del estado americano de Wisconsin, recibió unos avisos sobre la conducción temeraria de un coche. Lo que los agentes no esperaban cuando dieron con el vehículo fue encontrar ante el volante a una pequeña de 9 años.
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Sus padres, Jason Roth de 35 años y Amanda Eggers, de 32, también se encontraban ahí, pero en un estado de ebriedad tan elevado que les impedía conducir a casa. Aunque les ocurrió la brillante idea de que su hija podría hacerlo, así que le dieron las llaves del vehículo y se colocó en el asiento del piloto. Con ellos se encontraba también un bebé de tan solo 11 meses, acorde a lo que publica el portal de la televisión local WGN-TV.
Más tarde cuando las autoridades encontraron al vehículo, un todoterreno, estacionado en un remolque para barcos a unos 100 kilómetros del noroeste de Minneapolis, y se sorprendieron al ver a la niña detrás del volante. Los padres, que dijeron estar demasiado bebidos como para poder conducir, fueron arrestados por imprudencia temeraria y negligencia infantil.
Sin embargo, ante los tribunales la pareja no se declara culpable de estos cargos, a pesar de que el proceso continúa su curso. Aunque habría que mencionar que la madre de la pequeña tiene también cargos adicionales por haberse peleado con unos paramédicos cuando trataban de atenderla por una herida en la mano por mientras conducía una moto de nieve ese mismo día.
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