Una mujer asiste a su propio funeral

Una mujer volvía a su casa de Melbourne, con total tranquilidad hasta que, para su sorpresa, se dio cuenta de que la gente no la estaba esperando. Sino que lloraban su pérdida. Noelia Rukundo, así se llama la protagonista de esta insólita historia que nos llega este fin de semana desde Australia, estaba asistiendo a su propio funeral.

Al parecer la mujer había ido a visitar a unos familiares en Burundi y regresaba a casa, pero su marido no la esperaba. Según el diario 'ABC', cuando ella se bajó del vehículo y se dirigió a su esposo para preguntar qué estaba ocurriendo, este aterrado gritaba «¿Qué ven mis ojos? ¿Eres un fantasma?». Noela, sin más dilación y probablemente perpleja, le respondió con un «¡Sorpresa! ¡Todavía estoy viva!».

Al parecer, el comportamiento del marido era comprensible. Desde luego, no la estaba esperando, puesto que antes del viaje de su mujer, había contratado a una banda de sicarios para que se deshicieran de ella durante su visita al país africano. Acorde a lo que publica el 'Washington Post', intentaron matarla, pero solo la raptaron y le dieron una paliza, puesto que los matones querían más dinero. Así Noelia Rukundo consiguió escapar y volver Melbourne, donde le esperaba esta rocambolesta escena.

«Lo siento por todo» se lamentaba el marido de la mujer, asombrado por tenerla íntegra ante sus ojos tras ordenado a una banda de sicarios que la matasen. Sin embargo, ella llamó a la policía quienes lo detuvieron. Él se declaró culpable y ahora hace frente a una condena de nueve años de prisión por incitación al asesinato.