c. garcia
Jueves, 17 de diciembre 2015, 20:12
El pasado martes, Gran Hermano celebró tres meses de convivencia en la casa de Guadalix. Los cuatro finalistas del concurso de Telecinco participaron en un juego propuesto por la dirección que consistía en decir la verdad. Han y Aritz jugaron en el confesionario y la verdad y la mentira llevó a una nueva discusión entre el matrimonio.
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La riña comenzó con la pregunta de Han a Aritz de si se iría a vivir con él a Madrid. El vasco le contestó que no y el asiático le recriminó que antes le había dicho que sí. El tono fue subiendo mientras las chicas, Sofía y Nied, hablaban en el salón sobre las discusiones del matrimonio, "no pueden tener tantas cosas por las que discutir", decía asombrada Niedziela.
Después de la tormenta, llega la calma, y la paz volvió a brotar en la casa de Gran Hermano 16. Han y Aritz volvieron a hacer cariños bajo las sábanas y los "ruidos de amor", como los llama Nied, volvieron a producirse. Al día siguiente, no había ningún rastro de pelea entre la pareja y se decidieron a darse una ducha juntos.
Han y Aritz se metieron a la ducha "como buenos amigos", que repite tanto el vasco". Lo pasó dentro sólo ellos lo saben. Lo único que las cámaras mostraron fueron los mensajes que Han retransmitía a través de la mampara empañada por el vaho. "No nos mires, únete", escribía el granadino; y "tu mirada me hace renacer", mucho más místico Han otra vez.
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