c. García
Viernes, 30 de octubre 2015, 17:45
«Ricky, esto es el túnel del terror», dijo el súper al concursante cuando hacía gestos obscenos sobre la cama a la niña del exorcista. Quizás el concursante de Gran Hermano 16 debió pensar que era la casa de Hugh Hefner, el magnate del sexo y por eso hizo eso.
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El concursante llegó al pasaje del terror de Gran Hermano 16 muy decidido y sin miedo. Ricky, el concursante más musculoso de la casa, tenía que hacer gala de su condición de macho y proteger a Marina, que iba con él y destacar al lado de Carlos, como si fuera una danza del cortejo de machos en celo.
Está claro que a Ricky el túnel del terror no le dio mucho miedo. El chico no paró de reirse ni un sólo segundo. Quizás, el último concursante en llegar a Gran Hermano (sin contar la entrada de Raquel) tiene esa especie de respuesta al miedo, la risa. Cuando el Súper pidió que uno se tumbara en la cama para decir cosas bonitas a la novia cadáver, Ricky no lo dudó y se prestó voluntario. El joven que está una semana sin tener contacto sexual se vio en situación y quisó imitar el acto sexual con el esqueleto; después, salió la actriz de la cama y repitió su gesto. Finalmente, el Súper de Gran Hermano 16 le llamó la atención.
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