c. garcia
Martes, 11 de agosto 2015, 13:33
La escena que catapultó a Justin Bieber al pozo del fracaso arrastra todavía hoy consecuencias. Pocos pueden olvidar aquella noche en que el joven tuvo un comportamiento denigrante en un restaurante neoyorquino y orinó en un cubo de basura no sin antes hacer el vándalo en el espacio público.
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Aquel día, Justin Bieber se burló del expresidente norteamericano, Bill Clinton, y lo insultó con las palabras "que te jodan, presidente Clinton". Pués bien, todavía hoy la mujer del citado presidente recuerda aquello y el rencor la ha llevado a la venganza
Hillary Clinton organizó hace unos días una fiesta donde las celebridades más importantes del país no faltaron. La celebración fue en la casa del manager de Justin Bieber y Ariana Grande, sin embargo estos dos no estuvieron allí. Según explican medios estadounidenses, la propia Hillary Clinton pidió que Justin Bieber y su pupila no fueran invitados a su fiesta.
La venganza es un plato que se sirve frío, Justin Bieber, y ahora, dos años después del incidente que le reputó al fracaso, Hillary Clinton se venga del canadiese y deja claro que los buenos terminan ganando. Ariana Grande habría sido un daño colateral en esta venganza. El veto a ella y a Justin Bieber ha dado mucho de qué hablar entre los seguidores de los cantantes y de la política y aspirante a la Casa Blanca.
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