Edurne 'amanece' en Viena

En los festivales de la canción, como en las bodas, gusta mantener hasta el último momento la incógnita sobre el vestido de la protagonista. Pero, esta vez, los expertos en Eurovisión parecen inclinarse por la hipótesis de que Edurne utilizará en la gala del sábado el mismo conjunto que lució ayer, en su primer ensayo sobre el escenario del StadtHalle vienés, o quizá otro de características muy similares. Lo creen porque la ropa se reveló como parte esencial de la escenografía, que aspira a trasladar a imágenes el contenido de 'Amanecer', esa lucha de una mujer por liberarse del lastre sentimental de una relación pasada. «Lo importante -ha dicho la vocalista- es que, aunque cante en español, todo el mundo entienda el mensaje».

Lo cierto es que Edurne logró sorprender a los testigos del ensayo. Apareció en plan Caperucita Roja, evocando seguramente ese verso del arranque de la canción que dice «sangré tanto amor», con capucha y una larguísima capa que rodeaba también al bailarín Giuseppe di Bella. Pero, tras el primer estribillo (ya saben, «ieieo, ieieo»), se despojó de esa envoltura carmesí y dejó ver el atuendo definitivo, un ajustado vestido en tonos verdes con deslumbrantes destellos. Ambos conjuntos están firmados por el diseñador catalán José Fuentes. La iluminación también cambió bruscamente en mitad de la canción, del frío azul del comienzo a un cálido dorado.

La representante española en Eurovisión acudió ayer, además, a la ceremonia de bienvenida en el Ayuntamiento de la capital austriaca y volvió a interpretar su canción en el Euroclub, esta vez con acompañamiento de piano. Durante su rueda de prensa se mostró satisfecha del «primer contacto» con el pabellón multiusos que acogerá la final y se consideró entre los favoritos para la victoria: «Por supuesto. Todo el que viene aquí lo hace para ganar. Sería increíble para mí y para España, que no ha ganado el festival en 46 o 47 años».