Un festival para famosos

Todo es posible en Coachella, ese festival de música que han puesto de moda los famosos desde hace unos años. Este fin de semana, la localidad californiana de Indio sacó del armario sus atuendos más estrafalarios para recibir a unos no menos originales visitantes. Numerosos rostros conocidos no quisieron perderse la cita y se dejaron ver por las campas del club de polo Empire.

Coachella, cuya primera edición se celebró en 1999, ha ganado brillo con los años, pero ha perdido esencia. Nació como un respetable escaparate para la música alternativa, sin embargo, se ha convertido en una pasarela de ricachones y 'celebrities', no siempre en sus mejores momentos. Así, por ejemplo, se pudo ver al eterno David Hasselhoff, que eligió un estilismo de 'cowboy' moderno para acompañar a su novia, la galesa Hayley Roberts. No dejó indiferente a nadie, ni por su disfraz... ni por su comportamiento, más propio de un quinceañero que de un hombre de 62 años.

El ángel de Victoria's Secret Alessandra Ambrosio aprovechó su asistencia para soplar las velas en plena campa: el sábado le cayeron 34 años, que celebró con buen ritmo. Otra belleza, la actriz Kate Bosworth, exprimió al máximo su asistencia, de la que dejó pruebas en las redes sociales con un etéreo selfi en compañía de un amiga. También se dejaron caer Brooklyn Beckham y Justin Bieber.

Sin embargo, todos ellos se han visto opacados por el resplandor de otra estrella emergente en el panorama social estadounidense. Se trata de Kendall Jenner. ¿No caen? Es la hermana pequeña por parte de madre de Kim Kardashian. La modelo, de 19 años, acudió con su otra hermana Kylie y su 'superamiga' Hailey Baldwin, que a su vez es sobrina de Kim Basinger. Los fotógrafos fueron testigos de lo bien que se lo pasaron bailando al más puro estilo 'reggaeton', una imagen que contrasta con la de Kim, Kourtney y Khloe en Armenia. El trío viajó al país de su bisabuelo Tatos para conmemorar el centenario del genocidio de este pueblo.