El templo de las tartas de queso en Murcia que promete conquistar con sus diez sabores

Las propuestas gastronómicas siguen ampliando horizontes en Murcia. El furor por la tarta de queso, protagonista indiscutible de la sección de postres y motivo de múltiples competiciones por todo el país, ha propiciado el desembarco de un rincón en su honor. Un templo en el que reformulan el sabor más tradicional para expandir las bondades de una receta que nunca pasa de moda.

El obrador que acerca este dulce bocado hasta el barrio de Santa Eulalia se llama Seychiis y promete sorprender con su fórmula: «Has probado muchas, pero como las nuestras ninguna. Nuestras tartas tienen receta propia», afirman con contundencia en redes sociales. El pilar que fundamenta esta predicción se sustenta en la elección de ingredientes naturales y productos frescos, entre los que se encuentran dos quesos con sello murciano. El de cabra proviene de Sabores de Tallante y el azul de Abuelo Ruperto.

La carta acoge diez variedades: la clásica (con y sin gluten), queso azul de oveja, queso de cabra, chocolate, chocolate negro guanaja 70%, Nutella, pistacho, galleta Lotus, Tarta Seychiis (con queso azul y de cabra) y tiramisú de queso Mascarpone. Se pueden adquirir en tres tamaños diferentes y el precio oscila entre los 10 y los 32 euros. Como novedad, desde este jueves se venden porciones por cinco euros.

El proyecto surgió el año pasado de la mano de Davinia Lozano, CEO de la empresa, tras una etapa de cambios y formación. El confinamiento marcó un punto de inflexión en su trayectoria laboral. «Yo me dedicaba a otro sector, pero con las ganas de hacer algo diferente, cuando acabó me fui a Barcelona para formarme en pastelería», relata. Fue en la ciudad condal donde se cercioró de que había un nicho «muy latente» que debía cubrir: la 'cheesecake'. «En Murcia nadie estaba apostando por una tienda monoproducto, por lo que lo arranqué yo», justifica.

Con este deseo, empezó a buscar establecimientos y testar productos. Así, en 2023, dio el pistoletazo de salida a las primeras hornadas de este proyecto: «Inicialmente distribuía a profesionales. Tenía una producción pequeña, muy limitada y con un horario que abastecía casi yo sola». Sin embargo, tan solo bastaron unos meses para que esa semilla germinara en un negocio más boyante. «Teniendo el local, me dije: '¿Por qué no amplío a particulares?», explica la pastelera, que abrió al público el pasado mes de febrero.

Una apuesta motivada por la ilusión de acercar los diez sabores de Seychiis hasta cualquier mesa. Eso sí, el próximo movimiento lo tienen más que claro: «Nos gustaría abrir una tienda en una zona con más visibilidad». Mientras tanto, el obrador funciona previo encargo para ofrecer su postre estrella, caracterizado por su suavidad, esponjosidad y cremosidad.

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