En un cazo al fuego, hervir la leche mezclada con la nata, el azúcar, la canela y la piel del limón. Una vez empiece a borbotonear retirar del fuego y dejar entibiar. Colocar las rebanadas de pan en una fuente ancha donde no se amontonen y verter por encima la tipia a través de un colador. Dejar unos minutos que se empapen bien. Con la ayuda de un tenedor o una pala de madera ir pasando cada rebanada por harina y huevo batido, con cuidado de que no se rompan. En una sartén con aceite bien caliente, freir las rebanadas de dos en dos y reservarlas luego en una fuente con papel absorvente, para retirar el exceso de aceite. En un bol mezclar la almendra molida con las natillas. Cubrir con esta crema cada rebanada dispuesta en una fuente de servir. Espolvorear con azúcar y, con la ayuda del quemador, dorar la superficie para que quede caramelizada.
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8 rebanadas de pan de pueblo del día anterior
1/2 l. de leche
1 vaso de nata líquida
10 cucharadas de azúcar
Un trozo de corteza de piel de limón
Un palo de canela
2 huevos grandes batidos para rebozar
Aceite para freir
8-9 cucharadas de natillas
5 cucharadas de almendra molida
1 yema de huevo
Azúcar para espolvorear
Harina
1 quemador de crema catalana
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