Necesitaremos hojas de papel sulfurizado que pondremos sobre una superficie lisa y untaremos con aceite de oliva. Ponemos sobre el papel moldes para el caramelo que deben ser metálicos y pequeños.
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Ponemos un recipiente al fuego y vertemos el agua y el azúcar removiendo todo con una cuchara. Retiramos del fuego antes de que el caramelo empiece a quemarse. Cuando se efríe un poco lo vertemos sobre los moldes y le ponemos palitos de plástico. Dejamos que se enfríen más y despegamos las piruletas con mucho cuidado de que no se despegue el palito del caramelo.
Se pueden utilizar colorantes alimenticios para endulzar más las piruletas y darles un toque de color divertido.
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de aceite
2 cucharadas pequeñas de agua
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