Lo primero que debemos hacer es lavar las fresas muy bien y dejarlas escurrir. Separaremos las que mejor aspecto tengas (unas 8 aproximadamente) para que luego nos sirvan en la decoración del plato. A las demás, les quitaremos las hojas y las machacaremos con un tenedor. Por otra parte, pondremos la gelatina a remojo en agua.
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Separamos las yemas de las claras de los tres huevos y lavaremos el limón un agua caliente para exprimir zumo y rallar la corteza. Batimos las yemas con el azúcar al baño maría hasta que éste esté derretido por completo. Echaremos en la mezcla la ralladura de limón, y poco a poco, añadiremos las fresas machacadas.
Ponemos a calentar el zumo de limón y escurrimos la gelatina para disolverla en el mismo. Mezclamos la crema de fresas con la gelatina, aunque primero echaremos dos curcharas y luego todo lo demás para que se adapte bien. Ponemos la mezcla a enfriar en el frigorífico.
Por último batiremos las claras con la crema de elche a punto de nieve y echaremos la mitad en la mezcla. La otra mitad la dejamos en el frigorífico. Separamos en copas de postre la crema de fresas y adornamos con la mezcla a punto de nieves que hemos reservado, el chocolate rallado y las fresas que hemos retirado al principio.
125 mililitros de agua
3 huevos
500 gramos de fresas
4 hojas de gelatina
Medio limón
200 mililitros de crema de lecge espesa
100 gramos de azúcar
25 gramos de chocolate amargo
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