Lavar las fresas. Reservar algunas para decorar. A las restantes, quitarles el tallo y cortarlas en rodajitas. Echarlas en una fuente y espolvorear con 150 g de azúcar. Cubrir con papel film y reservar por lo menos 5-6 horas antes de preparar el postre. Calentar el horno a 175º C, y untar con mantequilla un molde redondo y espolvoréalo con harina. Separar las yemas de las claras. Montar estas últimas a punto de nieve y reservar. Mezclar el azúcar con las yemas y batirlas bien. Agregar la harina, pasándola antes por un cedazo o colador y mezclar con la ayuda de una espátula. Incorporar también las claras, mezclando suavemente. Verter en el molde y hornear 25 minutos. Montar la nata, colar las fresas y reservar el almíbar. Cuando se enfríe, desmoldar el bizcocho, abrirlo por la mitad y emborráchalo con el almíbar. Colocar la base del bizcocho en una fuente redonda, echar encima un tercio de la nata y las fresas cortadas. Tapar con la otra mitad y cubrir con nata. Fundir el chocolate al baño maría, bañar las fresas reservadas en él y decorar el bizcocho. Reservar en el frigorífico hasta el momento de servir.
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5 huevos
275 g de azúcar
125 g de harina
500 g de fresas
50 g de chocolate negro
500 g de nata líquida para montar
Mantequilla y harina para engrasar el molde
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