Ingredientes: 12 sardinas, 1 kg de patatas baby, salsa de tomate, tabasco, salsa teriyaki, aceite de oliva, mantequilla, 2,5 kg de sal gorda, tomillo, romero seco, 1 limón y agua.
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En un bol grande mezclamos la sal con el tomillo y el romero, el zumo del limón y las ralladuras de su piel. En una bandeja donde nos quepan bien apretadas ponemos una base de sal de 1 cm de grosor y colocamos las sardinas tal cual (con las cabezas, las escamas y sin limpiar los interiores). Cubrimos bien con el resto de la sal y las metemos al horno a 180 grados durante 20 minutos.
Mientras, ponemos a cocer las patatas enteras y con su piel en agua con sal durante 20 minutos. Las dejamos templar, pelamos y las cortamos en dos. Las salteamos en una sartén con un chorrito de aceite y dos nueces de mantequilla hasta que cojan un tono dorado. Mezclamos en un bol pequeño o una salsera 6 cucharadas de salsa de tomate, dos o tres golpes de tabasco y una cucharadita de salsa teriyaki o soja. Removemos bien. Sacamos las sardinas de la capa de sal, les retiramos lo que podamos con un papel de cocina o paño y las servimos acompañadas de las patatas salseadas.
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