Ingredientes: 800 gr de carne de morcillo; 2 cucharaditas de pulpa de pimiento choricero; 1 cabeza de ajos; 2 zanahorias grande; 1 puerro; 2 cebollas moradas; Tomate triturado; ½ litro de vino blanco; Harina de trigo; Aceite de oliva virgen extra; Perejil fresco; Pimienta negra molida; Sal; Caldo de carne
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Cortamos la carne en trozos de bocado. La salpimentamos, enharinamos ligeramente y la doramos en una cazuela con un buen chorro de aceite a fuego fuerte. Lo haremos por tandas, para evitar que baje la temperatura. Los vamos apartando a una fuente con papel de cocina. Picamos las cebollas y el puerro y pelamos y cortamos las zanahorias en rodajas no muy finas.
En la misma cazuela con el aceite de dorar la carne (retiramos algo si es necesario) ponemos la cebolla y el puerro a pochar a fuego bajo durante 12-15 minutos. Pasado el tiempo, incorporamos 5 o 6 cucharadas de tomate triturado y la pulpa de pimiento choricero, damos unas vueltas y añadimos el vino blanco.
Subimos el fuego y dejamos que reduzca a la mitad. Ponemos entonces la carne y las zanahorias y caldo sin que llegue a cubrir del todo. Ponemos la cabeza de ajos entera y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego al mínimo, tapamos la cazuela y dejamos hacer 2 horas, añadiendo caldo si se va quedando seco el guiso. Si pasado ese tiempo vemos que nos ha quedado caldoso, subiremos a fuego medio y dejaremos cocer destapado para que reduzca el líquido.
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