Ingredientes: 2 codillos de cerdo, 3 zanahorias, 1 cebolla vieja, 2 hojas de laurel, aceite de oliva, sal, pimienta negra, romero fresco, agua, 1 vaso de vino blanco y patatas.
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Ponemos los codillos en una olla exprés con tres dedos de agua, las zanahorias, perladas, la cebolla vieja, el laurel, sal y pimienta. Cuando lo indique la válvula de seguridad, contaremos 90 minutos. Descomprimimos la olla y pasamos los codillos a una fuente de barro o de otro material que sea resistente al horno. Añadimos el vino blanco y una parte del jugo que nos ha quedado de la cocción en la olla. Distribuimos unas ramitas de romero fresco alrededor y regamos con un chorrito de aceite de oliva. Después veremos si necesitamos salpimentar más. Lo metemos al horno precalentado a 180 grados durante 60 minutos. De vez en cuando salseamos por encima. Los últimos 10 minutos subimos el horno a tope y los tendremos en función grill 5 minutos por cada lado. Sacamos la carne a una tartera baja y añadimos los jugos resultantes del asado, a fuego lento dejamos que vaya reduciendo mientras vamos napando la carne con ayuda de una cuchara. Podemos aprovechar el horno para hacer unas patatas cortadas en gajos, salpimentadas y aliñadas con orégano y aceite de oliva hasta que queden doradas.
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