La Región es la mayor productora de bimi de Europa

Érase una vez un bonito pero algo amargo y con fama de maloliente brócoli que se unió a una dulce kai-lan, una col de origen chino. De esa feliz unión -hibridación- provocada de forma natural en Japón en 1993, nació el bimi, una de las verduras más jóvenes que existen. Todas ellas pertenecen al género 'brassicas', de la familia de las crucíferas, como la coliflor, las coles de Bruselas o el repollo.

El vástago, que ahora tiene la tierna edad de 31 años, empezó siendo una hortaliza para pijos y gourmets, pero gracias a sus cualidades, tanto nutricionales como organolépticas, se extendió por medio mundo. Y ¿en qué lugar de Europa su padre putativo, el brócoli, es más cultivado? Exacto: en la Región de Murcia. Así que en apenas seis-siete años la Región se convirtió en la primera productora de Europa.

Debemos saber que 'bimi' significa en japonés «muy delicioso», por su sabor suave y dulce, aunque esta definición provoque el escepticismo en personas a las que las 'brassicas' no les hacen ninguna gracia. Pero el bimi, además de un superalimento, cargado de elementos nutricionales saludables, apenas produce olor en su cocción, al contrario que el brócoli, 'pestucio' que es el responsable de su rechazo. Además, en boca combina lo mejor de sus padres, con un sabor entre el brócoli y el espárrago. Una hortaliza por cierto a la que se han apuntado fervientemente muchas 'celebrities' como Katie Holmes y Gwyneth Paltrow, aunque no se si este dato contribuirá mucho a animar a su consumo, dadas las extravagantes costumbres nutricionales de esta.

La superficie de cultivo del bimi en la Región supera las 1.000 hectáreas. En Europa, el 85% del bimi que se consume procede de Murcia. Franceses, suizos, alemanes y británicos y, últimamente. polacos, belgas e italianos, son los principales destinatarios de la producción murciana de esta hortaliza. Una de las diferencias del bimi respecto del brócoli es que se puede comer entero, tallo incluido, incluso en crudo. Por ponerle alguna pega a esta farmacia ambulante hay que señalar que el precio es algo más elevado que el brócoli, debido a que su recolección se hace a mano, con unos costes superiores.

Y ¿qué hacemos con esta hortaliza en la cocina? Pues, como hemos dicho, comerla como 'crudité' tal cual, para 'dippear' con algunas salsas; rallándola para obtener una especie de cuscús que actúe como guarnición para pescados; podemos también incluirla en crudo en ensaladas, o hacerla al vapor, teniendo en cuenta que tiene un punto de cocción inferior al del brócoli, apenas tres minutos. Otra forma deliciosa es cocinarla en cremas, pero como mejor se extrae todo su sabor es asándola muy ligeramente a la plancha con unas gotas de aceite, o, si tenemos los recursos necesarios, a la brasa. Las posibilidades de recetas son inagotables. En legumbres, en un pollo con salsa teriyaki, como guarnición para pescados, carnes y pastas; en papillot con pescados al horno; en revueltos con otros ingredientes como setas o champiñones; incorporada en sopas de verduras o minestrones o como la receta que acompaña este texto, rellenando unos rollitos de jamón. Por supuesto con esta verdura se logran excelentes tortillas con o sin patatas.

Afortunadamente el bimi ha venido para quedarse y es un ejemplo más de los excelentes resultados que suelen dar las mezclas. Sus padres, el brócoli y la kai-lan, pueden estar orgullosos de su vástago.

Ingredientes: 12 lonchas de jamón ibérico (o serrano).1 bandeja de bimi.1 tomate maduro.1 cebolleta.2 dientes de ajo.Cebollino.Aceite de oliva virgen extra.

Empezamos pochando el ajo y la cebolla cortados muy finamente en una sartén con aceite de oliva. Cuando esté transparente -aproximadamente unos 12-15 minutos- añadimos el tomate cortado en cubitos pequeños y a fuego fuerte lo salteamos rápidamente, salpimentamos y reservamos. Los cubitos de tomate nos tienen que quedar enteros, sin deshacer. Limpiamos los ramitos de bimi de las partes más duras de los tallos y algunas hojitas que les salen a estos, y los doramos a la plancha o en una sartén con unas gotas de aceite. Extendemos las lonchas de jamón, ponemos encima de cada una un poco del salteado de tomate, ajo y cebolla, encima un ramillete de bimi y enrollamos la loncha de jamón. Distribuimos por encima un poco de cebollino picado y terminamos con un hilito de aceite de oliva por encima. Un bocado delicioso y sano que puede servir de tapa o de entrante, al gusto del consumidor.

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