Atún hasta el final

Además de un entorno envidiable, donde uno está como en brazos, La Terraza de Pablo tiene un servicio de camareros a la altura de la singular propuesta gastronómica. Qué importante y qué gusto encontrar camareros de este nivel.

De la comida, dos datos a destacar bajo mi punto de vista. Primero, que es posible que tengas la sensación de que te falte comida si pides el menú corto y eres un tragón, pero espérate al postre para sacar conclusiones.

Y, segundo, que vas a probar casi todas las partes del atún en los diferentes platos, terminando con una carrillera estofada y pasando por tartares o sashimis combinados con texturas e ingredientes muy poco invasivos que dejan que el pescado se muestre tal cual. Llama la atención que el chef no recurra ni a la soja ni a la salsa kimchi en momento alguno, con lo que nos gustan estas dos salsas.

Por poner un par de 'peros': falta ajustar temperaturas de los platos y, mucho más difícil, mitigar la sensación que se nos queda a algunos de que podemos estar comiendo platos de atún hasta el día del juicio final.