Hay que hacer un gran esfuerzo por ponerse en situación. No es nada fácil situarnos en una época y un momento anterior que no hemos vivido. Un escenario gastronómico de los Reyes en Belén evoca una escena rica en detalles y sabores históricos. Podría incluir ... elementos como panes artesanales, frutas secas, nueces y quizás platos más elaborados que reflejen la opulencia de la realeza. La escena estaría iluminada cálidamente, tal vez por la luz de velas o antorchas, añadiendo un toque de misticismo y calidez a la representación.
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Los personajes en la escena estarían vestidos con ropas que reflejan las modas y el estatus de la época, desde los sencillos pero dignos atuendos de María y José, hasta las vestimentas más elaboradas y ornamentadas de los Reyes Magos. Estos detalles en la vestimenta ofrecen una visión de la jerarquía social y las diferencias culturales de la época. El entorno, con el establo de Belén en el fondo, brinda un contraste entre la humildad del nacimiento de Jesús y la magnificencia de los visitantes que vinieron a adorarle. Este contraste es un recordatorio visual de los temas centrales de la historia: la humildad, la fe y la adoración.
Los viajeros probablemente llevarían panes planos, ázimos, que se conservan bien, como el pan de cebada o trigo. También podrían haber consumido otros cereales en forma de gachas o granos cocidos. Las frutas secas, como dátiles, higos y uvas pasas, junto con nueces, serían alimentos ideales para un viaje largo. Son nutritivos, energéticos y se conservan bien sin necesidad de refrigeración. La carne seca o ahumada, como el cordero o la carne de cabra, y el pescado secado o salado, podrían haber sido opciones comunes, ya que se conservan durante largos períodos. Las lentejas, garbanzos y otros tipos de legumbres, fáciles de transportar y cocinar, probablemente formarían parte de su dieta. Pueden ser cocinadas en estofados o sopas, proporcionando una fuente importante de proteínas. El queso, especialmente las variedades que se conservan bien como el queso feta, podría haber sido un alimento básico. Otros productos lácteos como el yogur, también podrían haber sido consumidos. Las hierbas y especias eran valiosas en la antigüedad, tanto por sus propiedades conservantes como por su capacidad para mejorar el sabor de los alimentos. Los viajeros podrían haber llevado consigo pequeñas cantidades de especias como comino, cilantro y quizás incluso azafrán. En cuanto a las bebidas, el agua sería la principal fuente de hidratación. También es posible que llevaran vino, que en esa época era comúnmente consumido, a menudo diluido con agua para evitar la deshidratación y para hacerlo más seguro para beber que el agua sola. También infusiones de hierbas locales, como menta o salvia, al igual que la leche de cabra o de camello y menos probable son los jugos de frutas frescas como granadas por problemas de conservación. Como los Reyes Magos eran viajeros de larga distancia, optarían por alimentos que no sólo fueran nutritivos, sino también de fácil conservación durante su viaje.
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