Estimar el número exacto de consejos dietéticos infundados científicamente es difícil, debido a la gran cantidad de información que se genera y difunde en múltiples plataformas y revistas culinarias, la mayoría de parte interesada. Sin embargo, es posible proporcionar una idea general de la magnitud ... del problema a partir de varias fuentes y estudios que han analizado la calidad de la información dietética disponible al público.

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Las redes sociales, blogs y otros medios digitales han facilitado la difusión de consejos dietéticos. Un estudio del año 2019 en el Journal of Medical Internet Research encontró que una gran proporción de la información sobre salud y nutrición compartida en plataformas como Twitter y Facebook carece de respaldo científico sólido. 'Influencers' y celebridades, a menudo, promueven dietas y productos sin evidencia científica. Según un estudio publicado en el British Medical Journal en 2019, el 87% de las recomendaciones dietéticas hechas por celebridades en redes sociales carecían de una base científica adecuada. Muchos libros de dietas populares no están basados en evidencias científicas serias. Un análisis de las dietas recomendadas en libros superventas encontró que solo una minoría de las afirmaciones estaba respaldada por estudios científicos rigurosos.

Un estudio de la Universidad de Newcastle (2018) revisó las afirmaciones dietéticas de las páginas web de 'influencers' y encontró que solo el 1 de cada 9 sitios proporcionaba información científicamente precisa. Una investigación del Centro de Investigación Pew (2017) encontró que, aproximadamente, el 60% de los adultos estadounidenses han seguido una dieta basada en información de internet, pero muchas de estas dietas no tienen respaldo científico.

Una gran proporción de la información sobre salud y nutrición compartida en plataformas como Twitter y Facebook carece de respaldo científico sólido

La nutrición es un campo complejo y en constante evolución, lo que contribuye a la proliferación de mitos y malentendidos. La información desactualizada o malinterpretada puede perpetuar consejos infundados. Muchas recomendaciones dietéticas están influenciadas por intereses comerciales. Empresas de alimentos y suplementos pueden financiar estudios y campañas publicitarias para promover sus productos, a veces distorsionando la evidencia científica. El acceso limitado a estudios científicos completos y la falta de habilidades para interpretar correctamente la investigación científica contribuyen a la difusión de información incorrecta.

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Aunque es difícil proporcionar una cifra exacta, la evidencia sugiere que una gran cantidad de los consejos dietéticos que circulan en los medios de comunicación y redes sociales carecen de un respaldo científico adecuado. Para reducir la propagación de información infundada es crucial promover la alfabetización científica y el pensamiento crítico, así como recurrir a fuentes confiables y profesionales de la salud para obtener recomendaciones dietéticas.

Para evitar caer en consejos dietéticos infundados, es importante ser escéptico ante ciertas sugerencias alimentarias que tienden a carecer de respaldo científico sólido o que son comúnmente malinterpretadas. Desconfiar de las dietas extremas, las promesas de resultados rápidos, los productos milagrosos y las afirmaciones no respaldadas científicamente es crucial para mantener una alimentación saludable y basada en evidencia. Siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud y basar las decisiones dietéticas en investigaciones científicas confiables. Nadie obliga a nadie a creer en nada, pero es estúpido confiar en consejos infundados.

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