La hostelería murciana llora la muerte de Pedro Morales Cano (Murcia, 1932). El fundador del Restaurante Morales, uno de los locales con más prestigio de la Región, falleció el pasado sábado por la tarde a los 92 años después de una larga temporada impedido por el deterioro físico y mental que padecía debido a su avanzada edad, que le mantuvo encamado durante los últimos años de su vida, según explicó a LA VERDAD uno de familiares.
Publicidad
Acompañado de su mujer, Carmen Panalés, y sus cuatro hijos (Pedro, Javier, José Antonio y Mari Carmen), Morales murió en su domicilio, sumiendo en una gran pena a sus seres queridos y amigos, que le despidieron el pasado domingo en el Tanatorio Salzillo de la ciudad de Murcia, donde tuvo lugar una misa previa al entierro, que se llevó a cabo en el cementerio de Beniaján.
Natural de la pedanía murciana de Los Dolores, Pedro Morales abrió su primer restaurante en su localidad natal en el año 1962. Una marisquería que estuvo diez años en funcionamiento hasta que fue trasladada al centro de Murcia, concretamente a la avenida Constitución, donde sus hijos Pedro y Javier continúan con el negocio familiar que inició su padre hace más de 60 años.
Un establecimiento que está considerado como un referente en la oferta gastronómica de la Región gracias al nivel de sus productos, a su cocina y a su servicio de sala, que es motivo de orgullo para su familia. «Mi padre empezó de la nada en la hostelería y lo aprendió todo de forma autodidacta. Un hombre de gran corazón y muy trabajador que nos inculcó con su ejemplo valores como el esfuerzo y el sacrificio, además de la excelencia, ya que siempre se esforzaba por hacer las cosas lo mejor posible», según destacó Pedro, el mayor de sus cuatro hijos.
Sobre sus inicios en el mundo de los fogones, su primogénito explica que Pedro Morales se dedicaba al transporte nacional de mercancías hasta que decidió abrir su primer restaurante. «Hizo más de un millón de kilómetros en el camión por toda España», detalló sobre su primer oficio.
Publicidad
Morales fue un hostelero de éxito, a pesar de que no tenía ninguna experiencia previa en el sector. «Repartía a bares de Murcia pescado y marisco que transportaba desde Almería», cuenta su hijo sobre el que fue el primer contacto que su padre tuvo con la gastronomía.
Respecto a sus aficiones, además de disfrutar de sus nueve nietos y seis bisnietos, su hijo resalta que era un apasionado del ciclismo y que participó en numerosas competiciones de veteranos por todo el mundo. «Le encantaba montar en bicicleta y a los 40 años decidió retomarlo; salía todos los días». Un deporte que le hizo recorrer toda España, además de visitar países como Francia, Bélgica, Alemania y Austria.
Publicidad
Tras su pérdida, su familia se ha propuesto «mantener su legado vivo» con el restaurante con el que Morales se ganó el cariño y el respeto de muchos clientes que se convirtieron en amigos.
El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.