El guiño dulce de Blas Cantó a la huerta de Ricote en 'Bake Off': «De allí es mi bisabuela»

El murciano Blas Cantó es uno de los seis rostros que todavía siguen al frente de los fogones, tras la reciente expulsión de Terelu Campos. Un giro de guion en su carrera musical que le ha brindado también la oportunidad de abrirse y mostrar su lado más íntimo. Fue precisamente en la semana de San Valentín cuando dio algunas pinceladas sobre su relación: «Lo conozco desde hace muchos años, es cantante y compositor, nominado al Grammy, ha compuesto para mucha gente. Cuando se agobia se va a otro cuarto, pero luego recibo un mensaje para que vaya». Unas declaraciones tan espontáneas como inesperadas, ya que la primera vez que se pronunció al respecto fue el verano pasado, tras más de 10 años en pareja.

En el episodio ocho, uno de los desafíos consistió en elaborar una tarta que homenajeara los sabores de una fiesta popular española. Blas aprovechó la ocasión para acercar la esencia de su tierra: el Bando de la Huerta. «Es una fiesta de Murcia. La gente va ahí con sus canastas en las carrozas con los 'tomaticos', las berenjenas, unos 'pimienticos'…», explicó al jurado al presentar su creación llamada 'El huertico de las pastoras'.

Su bizcocho decorado con fondant simulaba una cesta de rafia repleta de frutas y verduras. «Esto es de la huerta de Ricote, de Las Pastoras, que son mi bisabuela y todas sus hermanas, que las llamaban así», justificó el artista, natural de esta localidad, a pesar de que se afincó desde pequeño en Molina de Segura. «Está clarísimo que tienes un don en las manos y haces unas cosas siempre preciosas», le elogió Paco Roncero sobre la estética. Unos piropos a los que se sumaron los de la hermana de Carlos Arguiñano: «Creo que es primoroso. Se te da superbién dar texturas».

Con el victorioso veredicto sobre su apariencia, al cantante le faltaba la prueba de fuego: la degustación. «Has emborrachado bien, me gusta lo ácido y me encanta porque queda fresco», sentenció Eva. Un halago que rápidamente quedó eclipsado por la crítica de Roncero: «Me hubiera gustado que hubieras sido capaz de innovar un poco más, porque al final no deja de ser una tarta de limón sin más». No obstante, el artista se lo tomó con cierto humor y bromeó con innovar dándole un toque de pimiento.

La última valoración fue la de Damián, que se limitó a decir que «cuando algo está tan bien sobran las palabras». Y no le faltaba razón al argentino, el sabor cítrico más característico de la capital de la Región le regaló a Cantó su salvación y el pase a la siguiente ronda, que se emite este lunes por la noche.